jueves, 10 de mayo de 2018

Inesperada. Revelados



Es una larga selección, para no poner más.
Reconocimiento se llama el juego. De nadie lo recibo al quedarme solo con mi maravillosamente inconcebible Tic. Bueno, de ella obtengo bastante más y hoy en su diario toca descubrirles los cómos. 
Eso escribí en una nota boba y ya borrada, amita.  
¿Qué hacemos a través de nuestras camaritas, para decidirme a tal declaración? Cuento  deshilvanadamente.
Cuando hace dos semanas ibas a regresar al pueblo tras unos inesperados días aquí,  salí de la casita para que hicieras y deshicieras a tu antojo, como pedías.
Antes regresaste el colchón azul de futón al sitio que tenía el año juntos, adornodándolo todo otra vez con las telas hindúes conservadas por mí: paredes, ventanas, mesitas, "nuestra cama", el trinchero. Los coloridos almohadones seguían allí y lamparitas sin uso adquieron un nuevo toque para aprovechar las sencillas, hermosas luces naturales de este pequeño, semi enredado espacio. Fue particularmente genial cómo iluminaste mi lugar preferido para el fantaseo: el pequeño escalón entre la barra y la pared, que conecta sala y cocina y ve hacia el segundo cuarto gracias a una exótica ventanita. Mi mesa para comer anda en la azotea y muy islámico u oriental yo, ahora debo quitarme los zapatos sino quiero dormir a cielo abierto, jeje.
-¿Por qué trae maleta? Bastaba algo pequeño -pensé cuando llegaste. Para permanecer.
El baño tiene ahora cuanto usas día a día. Del cepillo al mecate con que te restriegas, pasando por frasquitos para vaya a saberse qué, jeje, piedra de alumbre, shampoo y jabón hechos exprofeso -sábila y huesos de aguacate y mamey, no preciso en cada caso.
Bajó la almohada tu camiseta larga impregnada de ti. Las sandalias coras con que sin falta tropiezo al despertar y en el clóset, colgando o cochundamente dentro de los cajones, jeje, dos mudas completas -¿para fiesta y comodidad hogareña, jeje? 
Dónde quiera que hay un recoveco -y este humilde departamento tiene miles, por libreros y chunches acumulados-, encuentro mensajes escritos o a lo nomasito, per se.
Siempre al encontrarnos en las camaritas, un cigarro se consume cerca tuyo. Soy yo ritualizado.
(No está fácil el tema, por su "mística delicadeza" -ese yo, jeje.) 
En diciembre fuimos a mi "tierra prometida" -qué almivarado, de plano, jeje- luego de meses sin vernos y un año sin tocarnos por ruego mío al descubrirme en el espejo. Acuciosos amantes cuando vivimos juntos, la Tic pasó a un plano inimaginable sin los sueños que le describí. 
Si el sexo altera sentidos y dimensiones, esa semana llegó al sumun -por Corazón Mío puede calcularse lo lejos que he llegado en esos asuntos- y empezamos una práctica sugerida por mis tontos ejercicios de taichí: pesar la distancia o experimentarla físicamente.
A cinco o seis metros entre nosotros, por plazos cada uno estiraba y recogía el brazo con extrema lentitud para sentirnos con las palmas de las manos. Quien haya probado cómo se produce un movimiento energético respirando, comprenderá el principio. ¿Lo demás era mero viaje mental? Mejor, tal vez.
-¿Dónde pisé? -preguntabas y el alucionado yo creía ver tus huellas sobre un suelo de mosaicos.
La apuesta era a sentirnos a lo lejos y cuando en enero resolví que llegaba el tiempo del último viaje, parecía claro: no nos encontraríamos más. Los planes giraron ciento ochenta grados y fui a vivir contigo y N. Vueltá atrás y una segunda despedida.
Para entonces y contrariando tus principios habías vuelto costumbre recibirme virtualmente semidesnuda, al amanecer, recargándote en la balaustrada del balcón que casi baña el mar. No habría tocamientos ni cosas así. Esa ductilidad tuya sobraba, dándonos un toque fantasmal, onírico, místico, no sé, al cual contribuía mi cueva, su atmósfera.
-¿A qué huelo? -preguntabas con frecuencia, yo en principio no tenía idea y después, entre nuestra música hipnótica, por la memoria corporal, creo, me llegaban aromas táctiles, digamos.
Desde joven no eyaculo sino hago esfuerzos y los mucho años favorecen que siga así. Sexo oriental, me dijo alguien cierta vez, y tardé tiempo en tener siquiera una básica información sobre eso. No había mayor misterio: si la energía no se vuelca, circula.
Más o menos por aquella época, en el auge de los movimientos homosexuales y feministas, una amiga preguntó si sabía que también en los hombres eyaculación y orgasmo no eran sinónimos. 
-Ni idea -respondí. Hoy...
Hay un placer continuo, según siento y no intentaré probarlo, pues muy posiblemente yerro.
En cualquier caso se requiere un estado de trance y los olores que ella dejó, percudidos por el tabaco, jeje, y el vaporoso aire de colores alrededor mío, la trae, juraría.
¿Cómo voy yo?  
Detallo y detallo porque de otra forma no me creerán. 
Mi amita aspira a convertirnos en sueño y ahora cuesta enorme trabajo que yo salga a la calle. Voy borracho de aromas, colores, imágenes, miradas, música y más repetitiva música. Soy pura piel, se diría, contra el sentido común. Denme tantita cuerda y aseguraré que experimento un orgasmo ininterrumpido. 
Así me tiene esa mujer. Claro, soy su eterno sueño húmedo, jeje.

En cambio ella...

            
     




Sábado
-Amita, ve a comprarme qué comer. Tu hechizo no me deja.
-Jeje. Bueno. Pero el hechizo lo pusiste tú, dice la canción.
-¿Reciclando? ¿Ahora quieres todo?
-Sí. Existimos solo los dos, desde siempre ¿no?
-¿Cómo, mejor?
 









-¿O así, te parece?




-No podía faltar el desierto, jeje. ¿Vas allí?
-Esa es la que empezó. Ya llegué.
-¿Y las cucarachas de mi casita, que quieren atarnos a la tierra?
-Volarán.
-No te pases, Tic.
-Verás.
-¿Soy tu Aladino?
-Presumido. Siempre tiene que ser hombre, jeje.

Hago el último viaje, recuerdo, cuya condición es ser sombra. Nadie sino tú, Tic, me verá ya. Voy rumbo al origen. (Ando profundo-solemne, jeje.)
Tic, ¿podemos posponer el viaje cuarenta días? El Santo Lugar llama.
A final de cuentas estamos "Bajo el cielo protector". 
(Ese yo dizque enigmático.
(-¿Tamales, don?
(-Écheme cuatro y no le diga a la Inesper, que me trae a dieta.)
-Hay un loco por aquí.
-¿Dónde, Cosa?


Mientras nos miramos.

4:24 am. N duerme en casa de un amigo y aguantaste despierta hasta ahora. No solo desenvolvimos nuestro juego. Con las camaritas abiertas, uno u otro trabajó a ratos y demás. Es compartir espacios como cualquier pareja. 
Sigo aquí un momento, molestando en las redes, jeje.

Domingo
Te tocó aldea mágica y no fui contigo. Nos miramos un ratito, platiqué con N de nuestras cosas -aunque tengas celos, fisgona, jeje- y por la noche canturreaste y tire besos, jeje. Tus canciones no llegarán nunca al diario... ya, no chistes: dentro de ¿cuánto?, jeje.

Martes noche
¿Vemos la peli, Cosa?
Los protagonistas no son interesaban, tan terriblemente occidentales, en decadencia, y su mirada ofende. En cambio, lugares y gentes, así estuviesen retratados de la peor manera, nos enloquecían.

Jueves, madrugada
(La usé para una nota.)
¿Formas parte del último viaje, en tanto propósito, aclaro? Sí.
Todo puede pasárseme. Que corten el internet, nunca. ¿Vivir sin Tic?
Preguntas cómo me siento físicamente, pues tienes la impresión de que mejoré. Es cierto, aunque mis hábitos alimenticios sigan dejando mucho que desear, jeje, según compruebas con especial atención sin mencionarlo.
Perdí el miedo a enloquecer -dicho así suena a Estaría bien, ¿no?, jeje-. ¿Hago lo correcto? ¿Quién mide mi estado mental? Si digo , quedas en un brete. 
¿Abrés un lugarcito para mí en la cama, en caso de que N no esté allí como acostumbra, jeje? Voy.  

Jueves mediodía
Jeje
Medianoche
Creo que quedó bien la viñeta sobre la Tic y el desierto. No te vi después. Me pones blusero cuando no estás, jeje.
Viernes, medianoche
Sé que no te gustan gran cosa pero no conozco equivalentes posteriores.
Te presento a dos hermosos hombres. El primero es César Vallejo, el gran poeta peruano. El segundo apareció en una publicación dedicada al propio Vallejo. Me parece muy familiar y no atino.

Obra completada: no me acerco a nadie y nadie se acerca a mí, jeje.
Deja de regañarme. No le picaré más a "publicar".

Sábado, medianoche
Dice Ernesto Sábato: "No hay casualidades sino destinos. No se encuentra sino lo que se busca, y se busca lo que está escondido en lo más profundo y oscuro de nuestro corazón... Parece que uno termina por encontrarse con las personas que debe encontrar."
¿Será, Tic?
Durante la siesta soñé que jugábamos rudo y participaba una mujer para complacerte a ti nada más. Era brutalmente bella y cuando nos dejó a solas supe que se proponía que vivieras con ella.
Entre arrumacos declaré cuánto era amor por mí.
-Tanto como para no imperdirte que marches -dije. 
-¿De verdad?
-Prueba.
-No, porque me quedaría sin ti y moriría. 
Quiza la última parte fue ensueño y, en consecuencia, lo dirigía. Aun así... Muy cursi y muy osado, jeje.
Esta canción creo que ya la puse.
Para N. Se me olvidó mandársela.

Domingo
Mi adorada amita:
Tarde
Oye, Ella, jeje y no jeje.

Jueves, madrugada
-Cuac, olvida esas cosas y ven al te de las cinco.
-Acepto solo porque la costumbre no fue inventada por aristócratas ingléses.
-¿Entonces?
-Fue el pueblo trabajador en su diario momento de descanso, Ticzota.
-Qué bárbaro, sabes todo. 
-Sí, hasta por qué vienes aquí, donde no te toca.
-¿Me llamas metiche?
-No, tu nombre es Amor.
-Cursi.
-Adorable. 
-Mejor lo olvidamos, jeje, y ven, que se enfría.
-Ok, domadora.
-No hay manera, jeje.
-¿Te autografío esta del hombre más guapo del mundo?
-¿Me lo presentarías?
-No puedo. Anda Walking down the line con Grateful Dead.
 "Estoy paseando por la línea
con los pies flotando 
al decir de mi mente perturbada."
-¿Y sabes?, va con su "heavy-headed gal".
-¿De veras tengo una firme cabeza?
-No, eres cabezona, jeje. 
Ese diálogo se produjo horas atrás. Después me viste enojarme con los morenos en redes sociales, mientras dabas de cenar a N, quién miraba muy interesado a su marioneta humana. Espero que tus explicaciones fueran menos desquiciadas que las usuales, jeje. 
Duerme, amita. Dejo esta cosa especial del Mr.
¿Recuerdas cuánto me gusta la canción? Por algo la compuso, sabemos ahora. Aquí está sola

Viernes, madrugada
Mi Cosita. La canción, sin dedicatoria.    
Trabajé cuanto pude y apenas nos vimos. 
No tienes idea lo que es voltear descubriendo que me miras. 
Así, como velas a N, en silencio.
Tu gesto, Tic.
Verdaderamente hay minutos que valen una vida.
Repetitivo el Paco, si canta a poetas tan grandes -aunque quieran empequeñecerlos ahora-...

Viernes noche
Chale, amita. Para que alguien quiera más que yo a ti, le ronca. 
¿Te besé muchas "veces bajo el cielo infinito"?
-¿Miles?
-Exagerada. 
-Quitaste un vidrio de la ventana.
-Directito frente adonde escribo, ¿no? Se acabó la mala ventilación.
-Jajaja.
-Pues es que iba a zerruchar la reja, etc., jeje. Mejor a lo derecho.
-Cuac... Tienes razón.
-Mira, en nuestro 2008.
-Ya la subiste muchas veces.
-Pues dame nuevas para reciclar, jeje (es broma).
-¿Te gustó como limpia la vecina?
-No.
-¿No?
-Si hubiera venido con mandil si nada abajo...
-¡Subcio!
-Sí, lo hizo bien. Bueno, soy lo menos exigente. Juguemos, ¿quieres? Espera, mira al Sebas. Se me fue el audio (más bien lo quitó FB por derechos de autor... no quieren pagarle al ex enano, jeje) https://www.facebook.com/julian.fernandez.129357/posts/10156105030790813
 
Medianoche
"Lo que estaba dormido sobre tu alma..."
¿Por qué lloro? Si nadie más como yo a ti, nadie como tú a mí. Este amor no existe, iba a decir y es No existía. Lo inventamos y pertenece a ese secreto rincón adonde van los que solo de cuando en cuando. Nos veo con ellos, compartiendo el misterio.
¿Cómo esto?
No. ¿Cómo las de N?
J. Sorolla
"Eternamente en fuga, como la ola.
"He dicho que cantabas en el viento..."
Déjame corregir, carajo, jeje. Acerca tu cara a la camarita y mírame fijo... ¿Y esas lagrimitas, jeje?
¿Qué durmamos juntos, así como estamos? Déjame ir al futón... Ah, y traer tu playera... Sí todavía huele. La meto bajo el cubre almohadas.
Está bien, crezco las fotos... Es lo más que dan sin editarlas... ¿Volver a tu casa, siquiera por temporadas? ¿Y el último viaje a solas...? N, sí... No aclares, jeje, apaga esa luz y cierra los ojos.
"Lo que estaba dormido sobre tu alma..."
-0-
4:28 am 
Te hice trampa y me quedé mirándote escuchando música. Llevo dos horas contandole historias a tu sueño. Despertarás preguntando porqué tienes esa insoportable necesidad de correr a mis brazos, jeje.

Sábado
Ve nomás qué ignomia, Cosa. El trabajo es nuestra humillante condena, jeje.
Sin dormir y tras cargar quién sabe cuántos miles de libros. 
Otra repetición.

El empresario culpable suspira, 
El irritante órgano solitario llora, 
Los saxofones plateados dicen que debo rechazarte. 
Las campanillas rotas y lavadas fuera los cuernos
Soplan en mi cara con desdén, 
Pero no de esa manera, 
No nací para perderte, 
Te quiero, te quiero, 
Te quiero tan mal, 
Cariño, te quiero. 

El político ebrio brinca 
En la calle dónde las madres lloran 
Y los salvadores que están rápidamente dormidos, 
Esperan por ti. 
Y espero para interrumpirlos 
Bebo de mi taza rota, 
Y me pregunto 
Abro la puerta por ti 
Te quiero, te quiero, 
Te quiero tan mal, 
Cariño, te quiero. 

Ahora todos mis padres, han bajado 
Verdadero amor han estado sin él. 
Pero sus hijas me soltaron 
Por que no pienso sobre él. 

Bien, devuelvo a la reina de espadas 
Y habla con mi camarera. 
Ella sabe que no tengo miedo 
Para mirarla. 
Es buena a mí 
Y no hay nada que no ve. 
Sabe donde me gustaría ser 
Pero no le importa. 
Te quiero, te quiero, 
Te quiero tan mal, 
Cariño, te quiero. 

Ahora su niño baila con su traje chino, 
Él me habló, tomé su flauta. 
No, yo no era muy listo para él, 
¿Yo era? 
Pero lo hice, sin embargo, porque él mintió 
Porque él lo tomó para un paseo 
Y porque el tiempo estaba de su lado 
Y porque yo… 
Te quiero, te quiero, 
Te quiero tan mal, 
Cariño, te quiero.



El sepulturero culpable suspira, 
El organillero solitario llora, 
Los saxofones plateados dicen que debería rechazarte, 
Las campanas agrietadas y los cuernos lavados soplan en mi cara con desprecio, 
Pero no es así, no nací para perderte. 

Te deseo, te deseo, 
Te deseo tanto, 
Cariño, te deseo. 

Los políticos borrachos saltan sobre las calles en las que las madres lloran, 
Y los salvadores profundamente dormidos esperan por ti, 
Y los espero para que me interrumpan de beber de mi copa rota y me pidan que abra la puerta para ti. 

Te deseo, te deseo, 
Te deseo tanto, 
Cariño, te deseo. 

¿Cómo todos los padres se han ido hacia abajo?, 
Han estado sin el amor verdadero, 
Pero todas sus hijas me bajaron, 
Porque yo no pienso en eso. 

Bueno, regrese a la “Reina de Espadas”, 
Y hablo con mi camarera, 
Ella sabe que no tengo miedo de mirar hacia ella, 
Ella es buena para mí y no hay nada que ella no vea, 
Ella sabe dónde me gustaría estar, pero no importa. 

Te deseo, te deseo, 
Te deseo tanto, 
Cariño, te deseo. 

Ahora, tu chico bailarín con su traje chino, 
Me habló, tomé su flauta, 
No, no fui lindo con él, ¿o sí?, 
Lo hice, porque mintió, 
Porque te llevó a dar un paseo, 
Y porque el tiempo estaba de su lado, 
Y porque yo… 

Te deseo, te deseo, 
Te deseo tanto, 
Cariño, te deseo.
 
Seguimos en Inesperada. Revelados (2), ¿sí? 
-No.
-No empieces a payasear, Ticcosa.
-¿Y los besitos mañaneros?
-No te lo mereces.