lunes, 28 de mayo de 2018

Inesperada. Revelados (2)

Ojeé esto, Cosa. Ni yo entiendo. Cualquier día lo limpiaré, son nuestras memorias.

Lunes
No soy el único que viaja, amita
Empezamos el día con problemas.
-Pues si el señor no está para bromas.
-¿Acá tu dios?
-Fue señor con minúsculas.
-Uy, perdón. Creo que la pocopulgosa es otra.
-¿Va a haber beso o no?
-¿Unito?
-Hay que hacer méritos.
-¿Y me invitarás a la cama?
-Méritos... 
-¿Sin guión?
-¿Cómo?
-Me-ritos.
-Te pasaste, Cuac. Se cierra la transmisión.
-No seas mamona.
-¿No?
-No, sí... Ya me agarraste de bajada.
-Para la trompa.

Lunes, media tarde
Ahí estás, en la pantalla tras la camarita, ama -¿que ama?
N llevó a una amiguita y juegan en el rancho de caracoles -se fugaron todos los demás que teníamos ahí; menudos locos queriendo encerrar cangrejos, etc., jeje.
-Estás loco si crees que te contestaré en el diario.
Ya lo hiciste, jeje.
-¡Tramposo! Copias.
-¿Cómo sino conocerá la eternidad nuestra pasión, jeje?

Noche
Ayer, cuando por las camaritas, ustedes a lo lejos, en la aldea mágica, N y yo jugábamos y charlabas con tu amante ocasional, recordé el viaje a un pueblo. 
Seguía pasando cada tarde sin falta con los nietos, nada podía estropear el más fantástico paseo que conozco y por primera vez mi presencia incomodó a la Tic. A lo instintivo enamorabas a un muchachito especial e hiciste sentir fuera de lugar al Cuac.
No me molestó sino perder el tiempo. Hice mutis y como un amigo, L, se ocuparía del resto, fui adónde quería. 
Cuando regresaron pensabas que estaría enfurruñado en el hotel.
Este fue el diálogo con mi amigo, según tú.
-Uf, la que me espera al volver.
-No creo -contestó. 
Llamaste a casa de S y E y no estábamos. Tampoco en la casita horas después. Solo quedaba el celular, caro entonces si era a otra ciudad. 
-¿Dónde andas? 
-Es domingo -respondí y bastó para que comprendieras, pues no faltaba a mi cita semanal, Santo Lugar arriba.
-Nos vemos en la noche. 
-Voy a quedarme a vivir por aquí. 
Sabías cuánto lo deseaba.
-¿Cómo?
-L se encargará de todo. 
Nuevo diálogo con él, reproducido por ti. 
-De veras se enojó. 
-Seguro no.
-¿Entonces? Me castiga.
-Ay, P.
No podías entender que simplemente no estaba dispuesto a pasar un minuto mal, a excepción de los obligados, muchos e incontrolables. Otra vez el celular.
Pocas palabras y pacífica alegría por conclusión. Cuánto nos dijimos en ese ratito y no fue sobre amores sino casi al último. 
El gran muchachito comprendió antes que tú y cavilaba. 
-¿Te gusto mucho? Ven -lo animaste, sin yo haberme referido al asunto. Obrabas en consecuencia, nada más.
La Tic fue muy delicada y él sin duda sigue guardando con cariño esa primera relación sexual. 
Para entonces y en diez segundos estabas casada por todas las leyes con el Cuac -hasta ahí éramos niña y protector, cómplices y amantes, y ya. 
Los celos no se me dan, comprobamos ayer -miento un poco, claro. 
La historia queda a medio contar. Toma demasiado tiempo, amita, jeje.  
En cualquier caso el tema no eran los celos sino cómo se bien andaba en este mundo.
Es una pena desperdiciar la anécdota. Detallada mostraría los riquísimos pliegues que puede tener el amor génerico. Si originariamente el quid tampoco estaba allí, nuestra trama al desenvolverse descubrió sitios maravillosos. Sobre ellos andamos hoy.
Expliqué los modos de nuestra pasión "carnal" desde enero, quitando cuatro días en que viniste para afirmarla. Si puedes pasar largos plazos sin sexo, imagino qué tan intensos resultan los contados. Inevitable que me pasen por la cabeza, así sea a fogonazos, sobre todo viendo a tu coprotagonista, hombre realmente guapo a la usanza bohemia campesina -eso existe, créase o no. 
Sus piernas y nalgas, chale, qué envidia, y tiene una sonrisa conquistadora -en cada puerto un amor es lo suyo, como buen músico nómada-. Tu y yo cuando nos juntamos así, por momentos podríamos ser lesbianxs, jeje, y no me refiero solo al empleo de los miembros. Otras me siento un hombre clásico en estado de gracia, más jeje sin jeje. 
¿Competencia? No la hay, ¿cierto, Cosa? ¿La encontraste con el muchachito? Deja de mover la cabeza imitando tu apodo, jeje -esta señito se apellida Tac.
Recordar esta tarde el viaje fue continuación del ánimo en que vivo especialmente gracias a ti, identico, creo, a aquél, hace diez años. No miente quien asegura vivir la eternidad momentánea. Si se consigue mantenerse ese estado nos acercaremos mucho a las mujeres y hombres inquebrantables.
Espera, busco un poema de Ho Chi Minh... O la traducción es distinta o no está el que quería o mi memoria anda mal. En todo caso, va. Lo escribe una de mil noches mirando por la ventana de su celda:
"Me amarraron los brazos, me trabaron las piernas.
Sin embargo, las aves cantan en la montaña.
Las flores, su perfume, embalsaman la selva.
¿Quién me podrá impedir que goce de esta dicha
y ahorre soledad en la ruta infinita?"
No rindo cultos a la personalidad.
Abres los ojos, insonme Inesper, lees y comentas.
-No volveríamos a vernos y tú tan tranquilo. 
-¿De veras quieres que responda?
-No. Era por dejar claro el punto. Tardé en darme cuenta y me sentí tan estúpida. No te importaba ni siquiera si entendía. Y no sabías si lo haría. Volverías cuando me fuera. Ya no podías asegurar quién era P, pues todavía no me llamaba Tic. Habrías odiado que te buscara. Debías quedar como el malo, si yo quería. El muchacho comprendía, y L. Yo era la única que no. 
"En el hotel pregunté si estabas enojado. Dijeron que para nada, que les hiciste las mismas bromas que al llegar y esperaste el autobús afuera, platicando muy animado con una señora. Y yo seguía sin entender. Es más, por un momento me dio igual. O más todavía: descansé. Se había ido el gruñón y ni un gruñido te escuche. L se hizo ojo de hormiga y el muchacho quería marcharse a su casa. 
"¿Cómo, si nunca había sido tan como los demas? Por primera vez era una joven común y corriente. Pensé que me castigabas por eso y te odié. 
"Pasan tantas cosas en dos o tres horas. Cuando hablé por teléfono no creas que intentaba hacer las paces. Esperaba que me pidieras perdón, y no te lo daría. Es más, hablé solo porque vivía en tu casa. Después llamé a mi mamá, a ver si podían aceptarme donde la casa de huéspedes que sugirió mi tía. 
"Era raro porque Pablo, así se llamaba el muchacho, y L, no estaban de mi lado. Sobre todo Pablo, que se moría por mí. Yo era muy guapa, habría conquistado a muchos hombres. Hasta L si me lo proponía, creía. Bueno, hasta la mujer del hotel me miraba feo. Envidiosa, pensé.  Y la rara en ese momento no era yo. Por una vez no era yo. Creo que te menospreciaba: Tiene sesenta años, ¿quién se siente?
"Y así, sin ser rara, sin recordar lo que nos unía, fui entendiendo. ¿Cuál ogro?, ¿a qué horas me habías armado el tango? Te fuiste tan tranquilo. ¿No me merecías? Claro que sí.
"Ya para cuando dijiste que te quedarías a vivir por allí, sabía que ni me castigabas ni te escondías. Es más, me di cuenta que no te ibas de tu casa por mí. Y que te quería muchísimo. 
"Me tambaleaba, perdía el papel y me agarré fuerte a él porque si en ese momento volvía a ser quien era, no tenía salida.
"¿Por un detallito?, ¿por coquetearle a Pablo? Por sentir que me aburrías, Cuac. ¿De qué se trataba todo, todo: el río, el hotel, la calle, mañana?
"No más oí tu voz y me calmé. Déjate llevar, pensé. Sé la de siempre. Si quiere vivir allí, me iré con él. Y no por doblegarme. Es que había sido una estupidez. Y no me culpabas, simplemente seguías de largo.
"Había dos formas de vivir y contigo había descubierto la segunda... o no, era la misma mía, pero nunca nadie me hizo caso. 
"¿Cómo llego?, te pregunté, y fue como si nunca hubiera pasado nada. Te vas a perder, contestaste. L me ayuda, ¿verdad, L? Se rió. Voy por ti a la terminal, dijiste con voz de campanitas otra vez. Bueno, dije.
"¿Puedes hacerme un favor?, preguntaste. Sácale partido a ese pinche viaje, jeje. Sí, patrón, respondí. ¡No, volaban corazones por todas partes!, me mojé, jeje, seguro me habría embarazado con una mirada tuya, te viniste como tres veces en dos minutos, jeje, y colgamos. 
"Pablo me miraba sonriendo bien bonito. Le gustábamos mucho como pareja y se le hacía agua la boca conmigo, jeje. L sonreía también, dijo que iba a tomar un trago. La señora estaba muy divertida con el asunto. Había que celebrar, ¿no?, jeje.
"¿Dormimos otro ratito? Bueno, yo.
"¿De nuevo?
-Soy el obseso, ¿no?
-Bueno, voy.
-Mira nada más.
-¿Qué?
-Cuando te volteas.
-Subcio. 

Martes, despertando (12:45 pm, jeje) 
Regreso atrás, en el diario se entiende, con este gran tipo (y sigue Umebayashi).
             
Da para mucho el día aquél. ¿Lo auscultamos bien?
Marguerite Duras escribió una novela que se llama El Amor -no confudir con El Amante-. Me gustó muchísimo por su construcción. 
Cualquier cosa en la vida es extraordinariamente difícil y Tiempo de caminar lo refleja como puede -bueno, así cualquier relación romántica, por intrascendente que resultara, tocada en los Cuadernos-. Si contigo y Ana tiendo al idilio, porque en esencia fueron, son -los muertos siempre quedan bien dentro- idílicas y como tal quiero conservarlas, de revisarnos juntos día a día encontraría tortuosos túneles estilo doña Marguerite -o cualquier buen escritor; recordé La Tregua y El reino de este mundo; perdoné, Cortazar, que no lo incluya en este paquete; su Maga se parece a mi Tic: demasiado lírica.  
Todavía creo que en el otro se ama nuestro reflejo y cuando esa lógica se invierte es porque la contraparte nos absorve. 
Tú y yo pudimos antes y podemos ahora querernos sin enredos internos -el resto son inevitables- por circunstancias singularísimas. Esta vez obra la distancia y mi finitud. 
Aquél viaje permite asomarnos a entrañas distintas. Empezaste a hacerlo hace unas horas y me gustaría ser la Duras para bien contar -en fin, ella seguro pasó meses o años explorando.
Era nuestro primer paseo fuera de la ciudad y acunada por mí P se permitió resplandecer. Llevabas una pequeña falda y blusita que dejaba al aire el vientre. 
-Agarren a esa reina de la sensualidad -pensé contemplándote al salir. 
Ibas embebida en miradas. Conocía bien ese desplegar de encantos. El falso barrio bohemio al cual me refiero recordando a Ana, era una pasarela y no cualquiera se mostraba en ella. Modelos, actrices, niñas bien, le decían a sus parodías Mejor vete de aquí, y el yo desesperado espectáculo gozaba de su amistad o algo más cuando las circunstancia me favorecían -hasta faena completa consumé tras volver de Cosmpolitandia, con una recién ex Miss Ciudad de Mexico (De una punta de inútiles).    
Recordé el viaje no por verte con tu amante ocasional en la aldea mágica sino gracias al sueño a continuación. Estaba allí un remedo de joven bomba femenina con quien por buen rato intercambié intenciones entonces. El sueño te mezclo con ella, usándolas fantásticamente como redomadas cabronas, jeje. Pablito y L quedaron tal cual.
Creo ahora que el viaje me retrotajo injustamente hasta la damita y debo, pues, diez años de disculpas, a ti y los demás. Sentí un desprecio cósmico por esa P coqueta a secas, olvidando a la que conocía en detalle tras tres apretados meses.
Debiste hacerme pagar el terrible equívoco. sé a lo derecho hoy.
¿Que te sirvió? Merito exclusivo tuyo.  
(Está canción la produjo originalmente Knofler.
Like Blind Willie McTell, es el título. Aunque Willie estaba ciego en realidad y era un gran personaje. Yo no quería ver.)
-¿Quieres maltratarte pasado el tiempo, Cuac? Sabes que en esta casa nada se te niega, ni eso. ¿Porque me amo en tu reflejo? ¿Quién no lo haría? Pero tú y yo, como dices cuando hablas de misticismo y sentimiento trágico de la vida, somos de veras idílicos. Y sino le gusta a la escritora esa que citas, muy su problema, jeje.
-Espantofrénica mujer, dos puntos. Tú y yo... somos ¡otro pedo!
-Jajaja. 


Miércoles, madrugada
(Seguimos con Knofler, que sabemos de cual exacto lugar tomó la gaita para la rola anterior, ¿verdad? Reconozco que tardé mucho en comprender qué tan buen músico es. Jeje, como si supiera mucho.)

Vino una joven amiga a "darme mi cumpleaños" retrasado-adelantado, según se vea pues la fiesta será el sábado. 
Hay quienes no saben de ti o te creen un invento o reconociendo que existes sienten piedad por mi abstinencia sexual. Le agradecí la generosa oferta, preguntó sino me gustaba, díjele que estaba loca y hacía caso omiso de los espejos, pues es hermosa y yo un viejo. 
Saliste a relucir, como no quería meterme en explicaciones la remití a este diario y el tema terminó con unas frases:
-P llena todo, hasta los últimos resquicios de este episodio entre tú y yo -el episodio se redujo a la plática, jeje.
No me creyó, pienso, jeje. (Sigue Umebayashi.)

"Why worry, there should be laughter after pain
There should be sunshine after rain
These things have always been the same
So why worry now"

(Por cierto. ¿Puedo pasar aquí juegos con N? Sí, ya sé. Me gusta ser preguntoso, jeje.)

2:58 pm
Desperté hace un rato, la Tic había whatsappeado, hice como que no leí, jeje, y jodiome por aquí. Borré sus improperios y el besote plantado a media pantalla, jeje, y ahora escribo desde el suelo, adonde fui a dar por amor.
A cursi, cursi y medio, amita, jeje.
¿Me premias por el cinturón de castidad que usé anoche...? ¿Bruto? Eres tierna como un puercoespín -sería suave, ¿no?, más jeje.
Pon la camarita y desnúdate para mi, ¿sí...? ¿Que qué con la amiguita de N? Debe ir aprendiendo, amore...
¿Quién entiende a la señora? Si me azoto, palo, si ando como caramelo, escupitajo... El guarreo se cuenta aparte.  
Mira, buscaba esto por separado -bueno, la reunión de los dos con distintas canciones-. No encontré siquiera un equivalente.
Algo así (con Knofler; si se pudiesen controlar los volúmenes; siempre más alto él; muy chida chava, ¿no?, también de vibra; su video sería lo más visible; ella empezaría tras la entrada de él).
(¿O esta, musicalmente más cercana? Aquí iría a un tercio de volumen; solo su voz, pues.)
Vuelvo a la cama para pensar en ti entre tu aroma y el acogedor, sombrió ambiente. Tic-playa y Cuac-cueva urbana, jeje. No te orgasmees de más, jeje. Los videos seguirán sonando, una y otra vez. 
Oye dylanear al par de bonitos jóvenes a continuación en la lista,

Anochecer
Mira, hice que se juntarán en un escenario, jeje.      

(Sumo para después. ¿Ahí estaras, como promete ella?
(-No, ya me aburrí de ti.
(-Ni aunque quisieras, jeje.
(-Te aprovechas de una mujer abandonada.
(-Sino ¿cómo te tendría?
(-Uy, fuera muy difícil decírme palabritas al oído, jeje.)

Jueves, madrugada   
No explicaré como fueron las diez últimas horas entre nosotros. Basta decir que jamás sentí tanto placer y amor. Y había mil kilómetros de distancia. 
Quizás por eso cuando tomamos un descanso entré a FB casi solo para cerrar la cuenta. Todo allí me resultó sin sentido.
No volveré, amita, y así completo el círculo de soledad que acompañas con N y mis cinco "niños". 
Quizá ahora puedo otra vez regresar a la tierra. 
Agradezcámosle a este hombre por recrearnos.
En cuanto al país, que mientras siguió en lo suyo, sobran cosas por hablar. 

Medianoche
"Maybe I’m bound to wander
From one place to the next
Heaven knows why
But in the wild blue yonder
Your star is fixed in my sky"

Tocó "trabajar", moverme por ahí, pues, y sé que sabes cómo sigo sintiéndome. Tu carita en la cámara me lo dijo. En algún momento por N volverás de donde yo no regresaré, y al poco te veré corriendo hacía aquí. La gloria en vida, así como se oye, cada vez más ganada porque es verdad que cuando abrimos una puerta quedan despejadas mil.
Durante aquel año juntos, por ratos hubo eso. Describí no recuerdo en cuál diario cómo caminabas patio afuera jugando con los reflejos de la ventana y un espejo. Levistaste, Tic. Ahora bailo o floto contigo, no importa en qué lugar ande. Estiro la mano, te puedo tocar y me sientes.

Viernes

"Your star is fixed in my sky", repite la canción y queda a debernos. Su música nos hace justicia. 
No es que los días guarden para cada uno de los dos un rincón que el otro ocupa. Esas peculiares circunstancias por las cuales peleamos a solas y unidos, permiten veinticuatro horas tras veinticuatro horas continuas. Como condenados a un leprosario, habitantes de un psiquiátrico o turberculosos decimonónicos que se indujeron la enfermedad para languidecer sin estorbos, porque el mundo está putrefacto y optan por sufrir. Obligación, preferencia o ambas cosas, da igual.  Vinimos adonde nadie más desea y así a quién presumir. 
Una loquita que compone música y un viejo delirante. ¿Se quieren y creen tener místicos encuentros carnales? Déjenlos, son San Juan de la Cruz y Santa Teresa versión siglo XXI, jeje. Basta enternecer al escocés para que continúe interpretándonos -en los dos sentidos- mientras le das una manita a tu casa y tecleo en el escritorio que nos guarda -todavía la última vez, apenas semanas atrás, te sentante sobre él para desmelenarme, y su hueco abajo rememoraba
esquizofrénicas sesiones buscándonos lugar (¿1x1 medirá esa cosa?; somos enanos y aun así, Cosa, encontrarle los cómo está para Ripley, jeje).   
Tarde
N está encantado con el juego.
-¿Más, Cuau? -dice acercandome la ensaladera vía camarita, jeje.
-No, me espero al merjungue que esa señora hizo para postre.
-En tu vida has comido plátanos bañados en moras, como estos -se ofende la Tic siguiendo su papel.
Como el mío dice Molesta sin parar:                
-¿Puedo echar un cigarrito mientras?
Entonces ella blande el matamoscas y N ríe.
-Why worry, chata?
-Chata, jeje. 
-Apaga esa cámara, N.
-¡No! -escúchase al unísono y vuela un furtivo, genial beso de la decidora, con acompañamiento de ojitos pispiretos.
-¿Luego vamos al ranchito?
Ahora sí Doña Perfecta no bromea:
-¡Como esa tablet toque la arena...! 
Entretanto Knofler suena y suena y P no emité ni una ligera queja, a pesar de cuanto le incomoda mi maniático repetir. Desde el miércoles vive en esas canciones no menos que yo. ¿Por amor a este viejo? Al mundo.
Estos días se ve pequeñita, doblemente tierna, niña, y al soplarse el copete para quitárselo de la cara uno quiere morir sin más. Lleva una vaporosa falda de algodón con motivos regionales, una camiseta y huaraches, y por donde aflora su piel aduraznada entran mis ojos a rajatabla, adorándola.   

Sábado, madrugada
Escucho por vez tres millones esa última canción que puse aquí, sentando en los escalones al patio, y no sé a qué amita atender. ¿Solo pienso en ti? Por lo general no necesito, pues eres sensación, te tengo en la piel, por tus aromas, inyectada o circulando a mi vista. Ahora sí. O más bien hago un dibujo de ti. 
Refrescó y el viento hace piruetas multiplicándose por tres. Juraría que puedo diferenciar los tonos. Uno sabe a humanidad apretujada sobre sí, otro tiene gusto a nubes y el restante es puro Tic.
Dejo correr la lista de reproducción y el yo ahí contemplando un trozo de cielo podría ser quinceañero y se quiere gracias a ti. 
Hoy entre nuestros trucos amorosos tu desmadejado cuerpo volvía a decir lo que no repetiré para no aburrirnos. Fatigada Tic, Cuac agradecido.
Las declaraciones suben y suben de intensidad y no por los kilómetros entre nosotros. Adviertes mi más o menos próximo final o el deterioro que en nombre del pudor impedirá nuestros juegos. Hago lo posible por conservarme y tú obvias detalles que obrarían contra el deseo.   
Trajiste una camarita muy buena y con la iluminación que fue diseño tuyo en este departamento, me rejuvenece. Como tengo una falsa, amorosa imagen de mí, parecieramos remontarnos tiempo atrás. 
Llegará pronto el día en que habrá solo sueños. Su alimento está aquí. No sientas pena. La eternidad es la eternidad, jeje. 
(Una se vale, jeje.)

Domingo
El necio, jeje
Sigamos siendo eternos, Cosa, que el día, cuando tú no estás, pierde sentido. Y no te marchaste.
-Su camarita es famosa -dice mi nieta Clau. Se refiere a la que por tradición uso todavía para sacarme fotos aquí.
Hubo fiesta con la banda, banda.

     La Mal nombrada y Jechuy.
La calva incipiente se esconde como siempre y cuando aparece, Oh, my Dog. Urge cortarse el pelo para no contrastarla de más, jeje -sí, muy mi problema si no uso camaritas de celular, más jeje.  

Noche        
Regresan a casa cansados por la jornada. Prendes tu camarita y los veo hacer. 
Anoche, en la pequeña fiesta querían obligarme a bailar. Me gusta mucho, sabes, Tic, y no volveré a intentarlo sino a solas. Un video mostró a un viejito moviéndose bien, jeje. Mínima dignidad. Por favor, no tomes registro de nuestros juegos, más jeje, para variar.
-Espera a que N se duerma, Cuac. Te tengo algo especial...
(Cuando terminó de escribir busqué la música que a estas alturas debería hastiarnos, jeje. 
(Sobrerepresentó nuestra relación para corresponder a mis sueños, ahora parcialmente compartidos por ella, dice y he de creerle, así mienta.
(Recuerdo que en esos sueños aparece transfigurada, pues las acompañantes son mujeres desconocidas o que por su condición adquieren significado.
(Reproduce así el súbito diálogo habitual en ellos:
(-Nos queremos, ¿verdad?
(-Y es para siempre, ¿no?
(Su multisugerido subtexto es:
(-Qué curioso, ¿quién dio la orden? Sino creemos en dioses...
(Metí mano al escrito para volverlo más burdo.)
"Te observo más de lo mucho que sé que te das cuenta. Lo hago desde el primer día y, como sabes, esos años lejos leía todos los días lo que escribías. No eras mi maestro, eras el alma gemela que escogí. Porque tú dices que fui a vivir contigo huyendo al primero lugar, el único, en realidad, jeje, al que podía. Y he dejado que lo digas porque no me gustan esas conversaciones, ya sabes. Pero ya antes de aquella vez que canté por teléfono para ti, lo había decido. El problema era cómo iba a hacerle para estar siempre cerca de ti. Y a los veinte años, para siempre es para siempre. 
"Claro que quería conquistarte. Una siempre quiere eso, aunque no entendía qué significaba. Así que cuando vi un pretexto, brinqué de gusto. Cuando hice las maletas para irme contigo, pensaba cómo te daría besos y te abrazaría, porque ese es el camino más fácil para una mujer. ¿Que eras viejo? Tal vez pero veía tus fotos gateando al parejo que tus nietos, o corriendo o trepando o dándote golpes con ellos en broma. Y tus ojos Cuac, que a cada rato presumías. También mi mamá estaba enamorada de tus ojos. Se veían cosas muy bonitas allí. ¿Te acuerdas de aquella foto que subiste cuando ya no nos hablábamos y eras de otra, jeje? ¿Y cuánto más años que yo tenía ella? Tres.
"Así que al llegar al fin a tu casita, como tú le dices, yo iba a seducirte, jeje. Así, apenas pasar la puerta. Pero no se podía. Después me dieron celos tus nietos, muchísimo, y hasta los odiaba, un ratito, jeje. 
"Tal vez no es el modo, pensé, me basta que me deje estar aquí para siempre, para siempre, así como se oye. ¿Estaba loca? Siempre, también, jeje. Pero hasta era tonto que no tuviéramos lo demás, estando juntos casi todo el día, también para dormir porque no me gustaba quedarme sola y la casita, sí, es bien oscura, sobre todo en ese cuarto. 
"Dejabas que te abrazara para dormir y una noche, ya dormidos, sentí tu cuerpo pegado al mío, y luego me pasaste el brazo y luego la pierna, jeje, y yo encantada. Dije Ya tampoco él puede vivir sin mí, jeje. No dije nada pero te hice a un lado porque si despertabas ya me imagino la vergüenza que ibas a sentir y a lo mejor no querías dormir más conmigo. 
"Al poquito lo hiciste otra vez y esta vez (perdón que repita tanta palabra) te traicionó tu sexo, jeje. Era bonito sentirse así y te acaricié un poco (no a tu sexo, conste, jeje). Se hizo costumbre y tú ni en cuenta, jeje. Por eso hice lo que hice aquella tarde.
"Pero te estoy hablando de ese queriendo hablarte de otra cosa. O más bien es lo mismo, de otra forma."
"Ahora mira lo que te preparé, lo especial."
(Casi todo eso lo sabía y suena distinto ahora. Esta vez dice, más o menos: Estoy preparada a vivir sin ti y...)
Medianoche           
La Inesper ingenió un encuentro tan bueno como los de mis sueños. Eso fue lo especial que me dio.
Yo a cambio, para adecuarme a circunstancias cuya respeto se volvió forzoso, quedé casi a oscuras y fui, y no hallo con qué pagar la ocurrencia, mera sombra. 
En mi mini feisbú cuenta, donde todo puede decirse, hago muchas declaraciones como esta: Me van a operar la muñeca. ¿Por qué será?, jeje. Tanto lo proclamo que alguien alteró en imprenta el título de una famosa obra: "El papel de la mano en la transformación del mono en hombre", jeje.
Hay masturbaciones sin tocamiento, les aseguro, y los orgasmos y el estado obtenidos llevaron hace poco a la declaración Jamás tuve sexo como este, y no jejeo para nada.
La amita puso música compuesta por ella, cuya atmósfera recoge a Baladamenti. No tiene el arte de posar o disfrazarse sugerentemente, así que se comporta con sencillez, aprovechando esa excepcional ductilidad que la caracteriza.
Tic al natural, pudimos poner a la puesta en escena. Ayer y hoy, fue el secreto.

Lunes       
¿Por qué cuentas ese tipo de cosas?, pensará la Inesper, para responderse enseguida: Lo necesita. A mí no me dice palabra. 
Tiene una hamaca, donde se columpiaba con N después de comer, mirando el mar sofocado por la temporada aunque falten dos meses para los calores fuertes. 
Su fachada trasera, digamos, evita los rayos del atardecer, inclinándose un poco. Así ve a la derecha los espesos manchones verdes que ocultan el río y amparan el estero. A izquierda dentro de unas horas la atmósfera tendrá tonos entre rojizos y amarillentos, encendidos si hay nubes.

Martes, madrugada              
Cuando la conocí mi Tic había visto una sola vez el mar, de niña, por imposible que parezca pues su familia no era pobre. 
Nuestros humildes bolsillos permitieron viajar a lo derecho -o sea, transportarnos con pies y cabeza- hasta las playas más cercanas, económicas y emocionantes, que el Cuac tropical por vocación había frecuentado. 
Suelo ocultar ese paseo, dramatizando el anterior, que conforme a mis registros no se repetiría hasta hoy -¿no afirmo que en la patria primetida y sus alrededores evité acercarme a las olas?
(Me desespera que nada te enoje, Tic, jeje.)
(Estoy exhausto, amita. Cualquier cosa puede desaparecerme tan rápidamente que ni me verás caer, como escribió no recuerdo quién.
(Toco fondo, me reanimo, saco fotos. Con una basta, si es siempre lo mismo, jeje.

(Hagos unos gestos muy chistosos. Mis hijos se burlaban, jeje.)

Estira el morro, carnal, para que te veas más flaco, jeje.
(Nunca comentas cosas como el corte de pelo.)
Sin tránsito paso de un asunto a otro. Es por el tiempo transcurrido entre los comentarios. Empezaron a la una, creo, y son las 3:44. 
Fracaso apenas comienzo (hablo del dizque nuevo proyecto a solas).
Despiértate y dime que me quieres, chinga, jeje.
4:39. A dormir. Mañana sigo lo de la playa.  
¿Hola?, jeje... ¿Se acostó temprano la Tic...? Bueno. 
Te toca lo que escucho...
¿Un poco brusco para estas horas, jeje...? Que ojitos pajaritos, con pestañas caídas... Ahí, sí. ¿Me la regalas...? Está bien, coda -no se dice así, jeje-. ¿Cuántos años, tienes, Cosa? ¿Dieciséis...? ¿Se escucha aunque no quieras? Lo quito a cambio del mar, ¿va?


Martes
Por segunda vez me equivoco con la dosis del fármaco que tomo hace mucho -alguien regaló unas pastillas...-, debo salir por el trabajo, nadie puede suplirme y estoy viajadón, jeje. A ver cómo nos va, Tic. 
Que vaya un poco más tarde, jeje.
Para no hacer tontos cambios de blog, según acostumbro, va aquí mi diario rollo. Hoy versa sobre la marginalidad, jeje.
Varios amigos o conocidos se volvieron eso, marginales, en distintos grados y formas. A veces me molestaba y otras dolía -un solo caso, siendo preciso- pues quería al individuo en cuestión cuando menos hasta ahí o poco más tarde. Durante los últimos años bordeo el estado y no puedo evitar enojarme.
No es tema nuevo, ¿verdad? Creo que ninguno he tratado tanto, jeje y no jeje ni de broma.
Sí tal o cual cosa me orillaron, para culpables únicamente yo. Ellos se autoengañaron por conservar cierta autotestima, deduzco. Perderla...
Ay, amita, cómo soportas mis dramas.
Llamas, solicitando el video chat. 
-Hay una cosa que se llama amor y es incondicional, Cuac. ¿Qué harías si un hijo tuyo pasara por eso?
-Cometería suicidio, jeje.
-Anda, pon una canción. 
-Repito...
"Voy a bañarme."
-Llévate la tablet.
-¿Estás loca? 
-No la metas, burro, jeje. 
-¿Temes que me cuelgue de la regadera?
-Sí...
"Ten."
-¿Fotos, maldita?
-Velas. 
-Ni en drogas, como dicen.
-No es un ruego... ¿Sinceramente, te ves mal, quitando tu no color, jeje?
-Cómo eres.
-No seas dramático.
-Ya.
-No me digas que no tienes pretendientas.
-Desde luego que no.
-¿Que no me dices, jeje?
-Burra. Why?
-Esa no la conocía, jeje.
-Puedo hablarte un poco de ella.
-Nooo.
-Otra vez esa trompita parada.
-Jeje. Nooo.
-¿Me la puedo comer?
-Al rato, porque es hora de ir por N.  

Miércoles amanecer
Durante muchas horas entrecortadas arrastré a la Tic a mi viaje y experimentamos un placer casi inimaginable. 
Encontré el video que buscaba y al ponerlo tengo reserva, miedo, vergüenza, y busco un equivalente musical muy suave y sin sugerencias visuales.
El otro pertenece a la misma pelicula del anterior (Imperio, de David Lynch) y no ilustra solo nuestros encuentros, sino la atmósfera general en que me muevo. 
La angustia sirve al sexo y el amor cuando su porción es ligera y no sé cómo medirla ahora. ¿Vino y se fue o sigue aquí? A primera vista apareció por una tontería.
¿Debemos sentirnos felices o tristísimos, Inesper, jeje? No respondas, si lees, mientras preparas a N para la escuela. Estoy echo pomada. Espero que resistieras mejor, jeje. 
Estamos en el amanecer del primer día. Así fue y a pura repetición anda -ese yo entre profundo y coloquial (¿conjugan los adjetivos, jeje? ((para de jejear, Cuac de la amita)-. ¿No hay ayer?, ¿comenzamos de cero cada vez? -qué fácil jugar con palabras-. No lo sabré pues vuelvo a la cama. Tú sigue siendo maravilla -sí, pequeñita, como insistirías, en caso de escucharme ("Llame al cielo y no me oyó", así la sorda P ante mi delirio amoroso ((dame un mazazo para que duerma).    


Media mañana
De new, ahora en impulsiva versión original.
¿Empezó por una tontería lo de sentirme raro, jeje? Donde dice 0.5 mg no quiere decir 5.0 mg. En consecuencia no era dividir la pastilla sino multiplicarla. 
Tan serio tu viejo con esas cosas, Tic, y durante dos días metí una gigantesca pata. ¿Me podrás seguir queriendo? 
-¡Cuac, qué loco!
-Y que lo digas, jeje.
-Ahora sabemos que debes cometer la misma tontería por lo menos una vez a la semana. En cuanto a quererte, te lo imaginaste todo. Y para empezar, me llamo Margarita y vivo en Tijuana, que, por cierto, no tiene mar. Ah, y soy prostituta y, para rematar, ¡no me pagaste el trabajo! 
-Estimada Margara, dos puntos. Quien debería pagarme el servicio es usted. ¿Le enseño fotos de sus caritas de placer, jeje? Y cobro caro, eh.
-Te asustaste, ¿verdad?
-Sí, hoy al despertar, sí. Como sea, really so bad, el I WANT you.
-Si te sirve de consuelo, tu Tic está también viajada, viajada. De esas cosas no hay vuelta atrás. Como si cambiaramos nuestro domicilio a la luna.
Lo eres "todo el camino", amita. Duermes, la cámara quedó encendida y te contemplo.
-Tuyo.
-Tuya.
Eso nos dijimos quién sabe cuántas veces en unas horas. No cualquiera se atreve y tú eres atrevida. El Cuac tocaba fondo y atándose desesperadamente a la vida reclamaba TODO. No tuvo que emplearse demasiado para que te apretaras fuerte a mi mano con rumbo desconocido y fuimos una fantástica isla tras otra, como en ancestrales cuentos y a velocidad de vértigo. Sí, ya no hay atrás. Amanece, como vislumbré, y lo hará cada nueva vez porque el día, entendimos, es solo uno. Para transcurrirlo debemos ganarle la carrera a la muerte, que avanza al lado y se fatiga. Cuando terminamos había desaparecido. Exultante vida, y nada más, quedaba para nosotros. 

Tarde
-¿Cómo va el Cuac?
-Más o menos. Hasta que en un rato, espero, compre mi droguita...

Madrugada
Iwanteada, para Ripley: una desconocida ofreció traerme a casa. Así de golpeado vio a este viejo y así de excepcional era ella. "Us and them."
Pasta al fin en el bolsillo. Puf.

Por la mañana
Necesitaba una foto donde no me viera al borde de la muerte, jeje.
-Cuac, tú siempre estás guapo.
-No te pases, amita.
    


Noche
El genial individuo. ¿Jugamos, Tic?


Domingo, madrugada
Un clásico
De tanto amor y placer no quedaron fuerzas para decir alguito siquiera. 
Eres lo que no alcanza a nombrarse.

Tarde
Por la pantalla, tú y N en su aldea mágica. No les daré lata hoy. Los contemplaré desde nuestro futón, amita. 
No pongo música pues sobra esa que llega. Bueno, para sugerirla
Martes madrugada
Y no paramos de jugar.

Martes, noche
Por la mañana fui aquí y allá y como suelo no hice caso al celcoso. Apenas tuve un momento a solas vi tus mensajes. Al regresar, mis hermanitos no entendían mi gesto de placidez. No te conocen.
Luego estuvimos juntos, con N. Se durmió. Con los dos y tu y yo nada más, "in the sky". 
Aburre responder a quienes o dudan de que existas o les resulta inverosímil lo que hacemos. Es una pena pues se pierden el secreto. 
Alguien muy amable ofrece cada poco darme calor. Siento raro porque si le explico la haré parecer una intrusa. Creí que bastararía pedirle acercarse al cuaderno. ¿O ese es mi atractivo?
Poco a poco has ido haciéndome prender luces. Tanto tiempo antes y ahora reunidos, nadie conoce mejor el Cuac cuerpo y sus mudanzas. Quien pone barreras soy yo. 
Llegaron fotos de lo que hice hoy por ahí. O las cámaras tienen muy mala leche, jeje, o mi piel es transparente. Bueno, así llegas con mayor facilidad al alma, jeje. 
(Bueno, es que no dejaban fumar, jeje.)

Ahí pensaba cómo decirte que estoy embarazado. 
Después fui al campamento, de donde corrieron a mi amigo famoso. Yo no sabía y al paso hubo algunos comentarios poco amables. No iba a explicarles lo que sabe quien quiera que me conozca o me escuche.
Ni modo, es mi amigo y mi no-jefe (todos valemos lo mismo, dice la consigna imaginaria en "nuestra" oficina). Costará trabajo volver cada día sin deslindarme. Mínima compensación por su solidaridad laboral.
(Hacia el minuto 54.)
Hoy les tocó marcha bajo el agua.
No recuerdo si te conté que siempre quise vivir en un edificio sindical. Aquí y allá echo la siesta cada que puedo. Dormirse y despertar entre compañeros, bromas, charlas, es fantástico... como tú. Mira, nuevamente cuán atinada, accidental palabra. Creer ambas cosas, en ti y mi afición, resulta absurdo a los demás -quitando a S y E, desde luego.
(Ya discutimos ese punto hasta cansarnos, Tic. La sociabilización no nos aporta nada y pronto te incomodaría.)   
Cuanto más se acerca el gran momento -no me refiero a las elecciones, obvio jeje- más espacios regresan para mí. ¿Tendré que abandonar la beca? Quizás.
Por cierto. En la mesa redonda esa se levantó ceremoniosamente un hombre trajeado.
-Me honra conocerlo. Creí que era un personaje de cuento -jeje.
Asi yo igualito, dice David en el feis cuando lo publico. Y la cínica, jeje, Mal Nombrada Me pasó lo mismo. (Jejeo porque nunca sé cuánto entienden mis malas bromas.)
¿Y el besito de buenas noches...? Trompúa.  
Miércoles, madrugada
Al rato escuchas esta maravilla. Minuto 9 más o menos (y tal vez lo que siga).
s
2:03
Acompáñame a dormir. No puedo.
Sí, amita.     


Miércoles noche
(Continúan esas increíbles gutarras.)
La pesadilla de "anoche" me hacía sentir que una tú envuelta en otra se escapaba porque yo caía a pique. 
Al despertar peleé con ella y durante mi "siesta" se volvió maravilloso sueño, como es habitual ya.
Salías por la puerta, te detuve:
-Debo irme. Así recuperaré mi dignidad. Sigue.
Comprendías mejor que yo y no espabas fuera tan lejos. 
Clarividentes pares de ojos intercambiaron intenciones. 
-Eres el Hombre.
-Y tú la Mujer.
-¿Nos volveremos a encontrar?
-Tal vez. 
-Probemos, pues, el día más. La eternidad siempre será nuestra.
Está mal contada porque aquí se ciñe a sobrentendidos.

Viernes
Feisbuqueando: Entiende, Belar, eres lesbiano. No le hagas al machín porque te truenas la espalda
Las Tics carcajadas se oyen hasta Filipinas, lo menos. Bajan cuando debe darme una friega -¿más?-. 
-No sé quién te creías.
-Pero vaya que lo agradeciste. 
-Jajaja. No, si tengo de sobra con tu hambre, jeje.
-Tómale el pelo a otro. Hay cosas que no mienten, jeje. 
-Debería guardar las sábanas cada vez, para demostrarte, jajaja.
-Eres capaz de sacar el metro y todo.
-Jajaja.
-Si hiciste aquel plano. Por cierto, debemos tener uno de tu casa.
Sigue como si estuviera viendo Ahí está el detalle, secuencias del juicio. 
 

Sábado
Esta vez va en serio, dueña de mis no quincenas. Los blogs quedan en "privado", intentaré organizar algo serio y nadie sabrá lo que tú, N y yo hacemos. 
-No rompas tu único lazo con los demás -dice la amita y queda abierto este.

Domingo
Mañana volveré a mi ciudad, intentándolo de nuevo.


Viernes,6:09 am
Demoré más de lo previsto, para hacer el tonto en mi antiguo Santo Lugar -bueno, ni llegué; la palomita ni quien me la quite; tiempo electorales son idem y sus protagonistas se degradan.
No exageré, jeje. Juntos harán (la misma) historia 
(de siempre). Por fortuna, no los dejarán solos.
(Perdiendo el tiempo una mañana, hice esto, jeje. "Algo no checa", se llamó. Para rematar, el gesto amliano es de vómito, jeje. Como gran revolucionario se pasó declarando: Si pierdo me voy a mi pueblo, jeje a la N. Los dos primeros son Tupac Amaru y Jacinto Canek. Algunas virtudes tiene, convengamos, y nuestro pueblo representándose en él quizá alcanzará tamaños para quedar en el collage.)
En Rancho Tic otra vez, mi amita es esa cosa dulce de siempre, N vuelve a tener abuelo y falta casi una hora para despertarlo -a N, no a mí, jeje. 
Escucho lo último que dejé, como si el intervalo fuera un limbo. ¿Lo fue? ¿Algo hace sentido sin tí, dormilona? ¿Pedirás que diga que sí, descargándote el peso? No. Incondicionalidad es la palabra. 
7 en punto. A darle. 

Tarde
Fue chistoso ver a la Tic peleando por no levantarse de la cama mientras N se vestía. Luego le entraron los celos escuchándonos reír.
Para tranquilizarla nos asomamos a su puerta al mismo tiempo, uno arriba del otro.
-Te quiero.
-Te quiere.
No sabía si llorar o tirarnos las chanclas. 
Como compensación le permito ahora ir por su cosito a la escuela, jeje. Ya le advertí:
-O te portas bien o nos marchamos para siempre, de aventura.
Me puso a cortar verduras -¿o se les dice vegetales?- y luego cuidé que el arroz no se pasara. Tal vez hice algo mal porque al fondo de la cazuela negrea el asunto, jeje. Escucho que llegan y voy por mi yelmo, vaya a ponerse furiosa.
Oh, N trae otra vez a su amiga favorita. Confío que no me imite y el arroz Amor infantil cuézase lento.
-¿Adónde van? -les pregunta la ceniciéntica madrastra,
-Al ranchito.
-Ya está la comida.
-Ma.
Mi amita, cede, para variar, jeje.
-¿Bailamos? -le digo.
-¿Jazz?
-Lento y cadencioso, Jackie.
-¿Y ahora por qué?
-¿El baile o el nombre? Es de la pieza.
-Deja esa carajo tablet, que me ahogas.
-Sirve como pretexto para repegarme.
-Aprovechado.
Y así se fueron las horas, los días, las semanas, en mi imaginación, pues el pinche cereal blanco soltó un clásico aroma que termino con nuestro ideal momento. Amor, dicen. Vaya mierda, sino soporta una comida arruinada. 
En cambio, en el ranchito...

Noche
Cuac, quita eso del ranchito.
¿Por qué, mi señora?
No quiero que cuando sea grande, N crea que estaba enamorado a los seis años.      
¿Y no es así? Desde cuando reservaron la pasión a mujeres más o menos jóvenes y agrias y...?
¿Orates?
Me provoca para hacerme saber que pasó por aquí.
Yo hacía de cenar -unas viles quesadillas-, ella maltrataba las notas.
Y unos de esos que te enseñó tu abuela y cuestan un trabajal, jeje. 
No insistas en presentarme como un dedicado anexo hogareño. Y se llaman frixuelos, te dije mil veces.  
¿Anexo? Si ya le quitaste su lugar a N en mi cama.
Fue una noche nomás y porque me sentía desolado. Y no salgas con tu mala broma. 
¿Cuál?
¿Te robaron las olas, Cuac?, o cosa por el estilo. 
Qué tonto eres.
-¿Bailamos?
-¿Más? 
-Es que nos salió tan bien.
-Si tengo tres patas.
-Pero muy bien puestas. 
-Jeje.
-Ven.

Medianoche
Todo quiero registrar. Todo, todo. Las visitas al paraíso no se dan cualquier día.
Desde luego omitiré el pecaminoso acto que Eva prohija poniéndo a dormir a los infantiles amantes en la misma cama y a solas, jeje.
Está a tal punto celosa esa amita, que ni prometiendo no tocarla me mandó a mi cuarto. Ansiosa espera la común llegada de su bebe. Pobrecita, jeje.
¡Te oí! O como se diga.
Deja la tablet, ahora tú. ¿Insomnio de Electra?
Ya, Cuac. No estoy celosa, solo intrigada.
Ay de ti si te asomas, eh. No le hagas caso a esta mala conciencia, Cosa. Tienen seis años, sí.
Menos mal que no lleva tu sangre, jeje.
Chale. 

Sábado, medianoche
(Continúa Privateering, tracking 2 en adelante.)
Dany me regaña por no ir adonde debía. Cómo decirle, aun a ella, mi hermanita, que para llegar a las siete am tenía que salir anoche, jeje, y volver apenas termináramos, pues mañana recibo mi "iniciación" en la aldea. Por suerte no toman selfies para el feis, sino despedido ipso echo la madre, jeje.
-Ya deja eso, te vas a morir.
-Tantito chocolate en polvo...
-Llevas media bolsa de medio kilo.
-Cómo pasa el tiempo sin darse cuenta.
-Trae acá.
-Es que estoy deprimido.
-Calla la boca, farsante.
-Dame unos besitos en compensación.
-Sí que van a saber dulces, jaja... Y dices que tu vida es un drama.
-¿A poco creer que besarte es placer?
-¿No?
Escúchase una cremallera cerrarse: la de su boca. Total, tiene cachetes, ojos, cuello...
-¡Mira cómo quedó mi blusa! Marrano. 
Ora sí me pasé, jeje. 

    

 
  


viernes, 25 de mayo de 2018

Derecho de piso

Derecho de piso se llama al que paga quien recién llega a un trabajo. Es gran privilegio hacerlo a los setenta y un años en oficios conocidos o no. La vida está por delante, resulta el mensaje. 
Lo siento amigos, falló su bala, jeje. Tirársela a los hijos cuando jugaban a las muñecas o las cánicas, dio en el blanco. Este abuelo tiene con sacar un trapo como muleta y ¡Ole!, cartucho 44, jeje.   

martes, 22 de mayo de 2018

Calzada. (Última Función)

Mejor o peor, nietos próximos y distantes, todos ustedes saben de qué va este viejo joven, precisión forzosa ésta y muy a cuento ahora, cuando pregunto a la Calzada por los años que quedan.
Esperen, les recuerdo una viñeta, para hacer menos árido el paseo:
-¿A cuánto? -preguntó señalando el montoncito sobre mi manta en el suelo.
-Millón -contesté.
-¡Perdón! No, no quiero comprarle la producción de aquí hasta que se muera. Si ni a una docena llega.
No tuvo respuesta, sólo mi rostro de hambre mirando hacía él, que se conmovió.
-¿Cuánto por todo?
-¿Por todo? No puedo, patrón.
-No me salga como la india con su kilo de limones.
-Sí le salgo, señor, perdón. Es lo único que tengo. Si se lleva todo ¿qué hago mañana? Viene el inspector y me corre.
-¿Y luego?
-Que no sé hacer otra cosa, marchante.
-¿Qué?, ¿estar aquí de ofrecido? ¿Pues de qué come, pobre hombre?
-De la voz que regatea. Soy el puro regateo, ¿ve? ¡Pásele, joven!
No explicaré otra vez cómo llegué hasta aquí económicamente. Diré solo que no fui tan irresponsable como parece. Mis reales oficios condujeron tiempo atrás a un callejón sin salida. Sabría salir, estaba seguro, dignamente, aprovechando la resistencia inapreciada por otros. 
El camino se diría libre cuando empecé en esto:
Tomé un respiro para cumplir un compromiso moral (http://brigadaparaleerenlibertad.com/programas/julio-cesar-mondragon/) y al regreso el libérrimo nuevo mercado había hecho de las suyas. 
Bueno, sino era allí encontraría otro lado o lo crearía, para traficar, precisamente, con historias y relatos.
-En nuestros días, millones viven del híper, ¿por qué no tú? -sugirió alguien. 
No se pasa la vida despreciando el comercio para a lo súbito desdecir al Marchante, ¿verdad? 
-¡Un nombre, un nombre, por favor! -rogaba en sueños, jeje.  
Total, me hice una vida de cuatro dígitos con Hospital General a la puerta -la gente de bien empieza en los cinco y con un número tres al comienzo.
-Terco -diría mi Tic si leyera aquí y se lo tengo prohibido, jeje.
La Calzada de los Misterios existe, les previne. 
Está montada sobre la que observan aquí al norte en épocas prehispánicas.

Por flojo no encuentro una buena imagen posterior y muestro entonces este túmulo con que se representan los bíblicos misterios.
Pude vivir colaborando en libros onomáticos de grandes empresas. Lo hice cuando no me involucraba. Antes tuve acceso a un beca internacional y se fue porque debí vender con prisas mi producto. Dos crías que crean el paraíso no comen aire.
Despertar con dos pequeños carcajeándose, admirarlos silenciosamente, bellezas a veces ocultas a los demás... Al segundo lo formamos su hermano y yo y para cualquiera apareció siempre como maravilla. En el primero la estupidez veía problemas futuros.
-¿De qué hablan? -pensaba para mí y los años escupirían sobre ellos -no sobre sí mismos sino sobre los babosos, jeje. 
Nadie cercano puede exhibir hoy una descendencia comparable siquiera en mínimos términos.
Relatos e historias se llamaba la revista que en principio era mi futuro económico para hacer lo importante. Quizá debo cambiarle el nombre a estos cuadernos donde les vendo textos sobre una historia personal y colectiva. Me pagan con visitas y mañana otros, confío, se caerán en efectivo, jeje.