-Este AA tabaquil no sirve, Tic. -Cínico, si jamás vas a las sesiones, aunque son en tu cuarto. -Este, este... Espera, pongo música.
-Ve, Cuac. Equivocaste la película. -Pin Lynch, siempre metiéndose donde no debe. Bromeamos en este diálogo que se produce y no invento, como el anterior o los infinitos a solas sin registrar. -¿Qué hiciste hoy? -Fui por mi verdadera droga... -¿La farmacológica? -Sí. A casa de la Lic. Tenía sobrantes y como ayer no me atreví a pedirle receta a F, quien acaba de parir. Tiene un niño lindísimo. -¿Le damos un hermanito a N? -¿Vía espíritu santo, sino prestas ni la risa? -Ven por ella. -¿Ella? -La risa, jeje. -Ya, seño. -¿El único que bromea aquí eres tú? -¿Así?, obveo, como dicen. -Te cayó la policía. -¿Eh? -En el cuaderno erotic, jeje. -No entras a ese lugar. ¿Qué te picó? -Los celos, obveo. -Deja de remedarme. -¿Solo buscar pastas hoy? -Me acompañó la hija putativa para ayudarla en un espacio cultural de Tepis. -¿Tepito? -Ey. Y llené unas cartas responsivas. -What? -No sabes nada de tramitología, chale. Eres almita pura. -Modestamente... -Por eso tu inmadurez. Hasta que no conozcas la burocracia no podrás recitar el ave fenix. -¿De qué hablas? Espera... "Poema de Lactancio, padre de la Iglesia nacido en el norte de África", dice el tumbaburros, como lo llamas. -No. Es una diazmironada: "Hay plumajes que cruzan el pantano
y no se manchan". -Ah. -¿Nacido en el norte de África? -¿Que tiene? -Como Terencio. Entonces... -No empieces. -Los tabacodependientes somos así. -¿Necios? -¿Por tontos o tercos? -Para, jeje. -Quiéreme y mi loca cabeza reposará. -¿Más? -¿Estás perdidita por este viejo? -Me refería a tu cabeza reposada... -Somos dos quienes desvarían. Te advertí: pongamos vidrio entre nuestras vidas, para que no respires mi humo.
-Sigues equivocado de director. -¿Ves? Pin Mr. David metiche. Aguanta, le doy publicar a esto, para tranquilizarme. -0- No más diario por hoy. Así ella no husmeará ya y podré decir que fantaseé con su regreso a la casita.
Esa canción le da gracias a mi nombre. "Fue un milagro que incluso saliera vivo... Gracias niña... Con tus ojos negros como el carbón..."
Soy un hombre muy solo, envejeciendo mal, y no hay más responsable que yo. Lo sé al acostarme y cuando despierto y no hago por remediarlo.
Convertí en Sara a mi amita y si la película está bien no se compara ni lejanamente con cualquiera que respete. Te hubiera convertido en Selma, aunque sufrieras lo indecible, Tic.
¿Y el estúpido mundo al cual estás condenada? Las Vegas, hazme favor, con un corredor de Bolsa o algo similar, que no soporta lo abandone su insulsa, infame esposa. ¿Suicidarse por eso? Bueno, tampoco puedo presumir. -Su razón es otra, aunque no sepa. -¿Y la mía? -Dímelo tú. -Quiero un trago. -Ay, Cuac. -Vámonos de fiesta, ven... Mira qué chingonas luces en el casino o esta que ilumina apenas mi escritorio, volviendo dulcísimo nuestro patio. -Donde dejé de escalar al cielo hace mucho y a cuyo largo S y E no correrán mañana temprano, tras acercártenos somnolientos los tres, cada quien aparte, por el pasillo en la madrugada. -Esas líneas son muy poco tuyas, Inesper. -No estás en un diálogo, amor. Pinche pared tan respondona, jeje.
Diario de un suicida moroso, debía llamar a las notas que sumo hace tiempo. Sanderson murió pasadas pocas semanas y yo llevo años. -También apuestas por vivir con empeño inusual, creo. -Él bebía, mi droga es tabaco. -Y soledad. -No entiendo, Tac, para variar y así tenemos al reloj completo. -Payaso. Adoras estar solo, convertir el tiempo en cuanto se te antoja, demorándolo, igualito que al ayuntarnos. Podías pasar semanas sin dejarme ver la calle, jeje. -Esa sí pareces tú. -Lo soy, pues en paredes y pisos y muebles y todo lo que pueda ocurrirse fui transformada. ¿Quién sino habla en el refrigerador ahora? -¿Por eso no salgo? -En parte. Quien más te retiene se llama B. Sientes tal amor por ti, para mal y para bien... Temes perderte y con ello, vaya paradoja, a la vida. Nadie más estuvo realmente contigo. Nos pasa a todos. -¿Entonces? -Toma un cigarro, señor mío, y al consumirse no dudes de enseguida prender otro.
Ya saben, a veces me tomó fotos con la misma camarita que la Tic y yo usamos en nuestras charlas y cada tanto pongo aquí el mejor resultado. Cierto, aparezco siempre recién despierto o sin bañar o comer hace días u horas, según el caso.
Mi indecencia resulta por partida múltiple, pues uso pseudónimo, aunque no encubre, también es verdad. Bueno, Vamos a jugar mentiras, se llama la canción que coreaban en mi escuela, creada por exiliados.
Mamá huía a mi vista mientras limpiaba la casa, les conté, ¿recuerdan?, y tiro por viaje, según decimos, me refiero a mi calidad de sombra, dignísima conforme me enseñaron el abuelo, Agustín y demás.
(La rola del Mr. va no solo porque permite meternos en un ambiente muy rico para jugar. Retrata nuestros tiempos, así fuera compuesta antes de la posmodernidad.)
-Tic, recuérdame por qué estamos en El Camino de la Desolación. -¿Apareció en tu lista Youtube? -¿Será? -Se debe quizá a que es un lugar genial. -No me des por mi lado. -Bueno, entonces llegamos para hacer tu Revolución Mundial. -Deja de pasarte. -Espera... Querías ver a Shakespeare en el callejón. -Ah, sí. -No mires más al "salón de belleza lleno de marineros". -Gran cosa, ¿no? Pero, esa cabeza mía... ¡Caí al fin! -¿Sí? -Se trataba de estar con "la Dama" "observando la noche". -Pa rebuscados, el Cuac, jeje. Ey, ey, ¿ y ese coqueteo con Cenicienta? -Cuál, si estoy diciéndole que es una resbalosa. -Pero su estilo es inmejorable, con las manos metidas en las bolsas, estilo Betty Davis..." ¿Quién? -Naca. Mira, aquí, aunque anda en vestido...
"¿Dónde estará el Tercer Hombre?"
-¿Perdón..? Qué musica. Me la habías puesto antes, ¿verdad? -Sí. Se sienta al piano, busca un poco. -¿Te gusta? ¿Merecerla? Ay, Inesper. -Ven de vuelta. -¿A la realidad? -Tonto, jeje. A nuestra calle. Ve, hasta esa mujer "que echa las cartas" recoge su negocio. -Ahí va el "Jorobado de Notre Dame". Regresa al teclado, obsesionada. -¿Qué mas compuso? -Los buscadores no dicen nada. Sigue y va a dar lejos. -¿Cómo se llama el italiano?
"Adelántale." Cumplo órdenes, paro antes de su queja y salto al minuto 2:27. -No... ¡Ahí, ahí! -dice al 3:38-. Ya. -Son como cuatro compases nada más. -Repítelos. -Se me apestó la noche -pienso, mira con el rabillo del ojo y corriendo planta un beso en su camarita, sin apartarse. Quiero comerme esa boca. Sube lento. -Tienes un moco. -¡B, carajo! Apestas hasta la escena más romántica. -Demando línea hot. -¿Seduciendote? -Pin preguntas tan sin embargo. -Tus dicharachos. Ven -agrega llevando su tablet en reversa, para sentarse en la hamaca. -¿Y Cenicienta?
-Con Romeo, que le tira los perros. "Están haciendo el amor o esperan a que llueva." Ese Mr. está realmente cabrón. -¿A qué hora es tu reunión? -Putas 10. -Son 2:34. -¿Pretendes echarme tan temprano? -Junto a mí. Es capaz. -0- Llega otro día, timbra. -¿Estuvo buena la siesta? -Sí -respondo sabiendo que no preguntará por mi reunión. -Alguien no comió todavía, ¿no? -¿N? -Sigue con su papá, te dije. -¿Tú? -Cenicienta. Vamos a comprar algo. -¿Espera? -Así estás bien. -Sí la amita dice... -¿Hace frío? -No muchísimo pero sí. Canta. Cuántos recuerdos con eso -le digo. -"Menudita, tal vez esbeltita/ como flor del campo/ trompa de pirulí..." -Siete, por favor -pido al taquero. -Yo tres -agrega ella. -Y tres más. -No seas payaso. Unos músicos alternativos, de fiesta, arman bulla y la mujer que los acompaña está incómoda pues coquetean con parroquianas. Mi celular alcanza a registrarla. -Está guapa esa muchacha... y triste. -Te la paso. -Bueno. -Acércate el aparato. Canta otra vez. -Salen siete. Ecos de mi cotidianidad, podría llamarse lo que le doy a la Tic, para quien este hombre no guarda secretos... aunque desconozca el trato propuesto a Corazón mío... y se entere ahora, jeje. -¿Crees que iré a mirar? No necesito, además, jeje. Eres un depravadín. ¿En diminutivo? -Sí -dice al leer. -Y no es que yo sepa de esas cosas, pero veo y escucho. Pusiste esa foto hoy. -Es un diario y lo primero, advertí... -Pero ahora esto es lo último. -¿Me vas a echar para siempre? -Nunca has estado, jeje. No sé porqué pasamos el día juntos. -Menos mal que hoy todos andan por las calles hablando a solas. -¿Antes, no nos habríamos vuelto a ver? -No nos conoceríamos, jeje. -Cierto.
Di por terminadas las vacaciones y el domingo 5 de enero llegué puntualmente a nuestra reunión laboral. Tocaba y nadie salía.
-¿Otra vez se me atrabancaron hora y lugar? -pregunteme revisando mis mensajes. -No, solo el día.
Como la holganza sigue, pues, haré una segunda entrega de este coso.
-Perdón, maestra... Perfecta selección:
Para
edénicas expulsiones, la más reciente. Imaginen, cada año, y a veces
hay reposiciones, durante diez días o más, un lugar que mismamente dios
escogió, tres estupendas comidas y
dos piscolabis por jornada, cincuenta o sesenta ciudadnxs con quienes
jugar, frescas informaciones continentales y conocimientos renovados. Solo falta un volcánico romance pero como abunda el personal de quien volarse, me lo invento -sino pregunten a la pobre ¿Me perdonas? Regreso,
entonces, a mis tiempos de escolapio o chamaco con vecindario o
huelguista profesional o viajero por locales societarios -sindicatos,
organizaciones campesinas o barriales-, o a ayercito, cuando
persiguiendo ese único, real objetivo, formé "talleres" donde quiera que
se descuidaban. Como,
ni modo, siempre hay profes, director y uno que otro compañero al que
sus padres traen a azotes, en esé último jardín me amonestan seguido por
chucherías: no permitir que las reuniones se ajusten al traje diseñado,
perder aviones o apestar autobuses con cigarros cuyo consumo es "a
hurtadillas". De ahí que ahora esté el primero en la lista negra. Total, si me corrieron de donde ustedes saben...
Mira por donde, Cervantes Si
los grandes escritores son poseídos, El Quijote es novela todavía más
perfecta que lo estimado. Pido que escuchen esta entrevista hacia su minuto diez -y toda ella luego, pues muy merece la pena.
Borges tiene razón, sé bien por esos libros míos a los cuales remito. Cuando Cervantes escribió su obra, las
novelas de caballería no se leían ya, por una sencilla razón que el
argentino no dice. No solo animaron a Orellana, Cortés, etcétera, en la
delirante aventura americana. Gracias a ella fueron exitosos, quizá
incluso nacieron a impulso suyo, y eran el relato encriptado de una
España que de inconcebible manera desaprovechó literariamente y en otros múltiples sentidos -epistemológico, lingüistico, musical, social (quedo a deber las explicaciones)- el
majestuoso tema que le dio raíces -¿imaginan a Castilla y Aragón
reunidas sin el Cuarto Continente? (1492, entonces, redibujó la
geografía política europea ((vaya, vaya, enlazamos aquí con notas de El último viaje sobre ciudades alemanas (((y holandesas y belgas, desde luego). Para
los años mil seiscientos nadie sino don Miguel era aficionado a esos
enfebrecidos relatos a quienes quizá debe las delirantes andanzas que
protagonizó y le proporcionaron Dulcineas de carne y hueso,
despreciativos acicates para buscar gloria. Poseído don Alonso y el autor, éste desde su nacimiento, si seguimos el razonamiento con que vine a dar aquí.
Porqué Mauro y Silvita dirigen la Revolución Mundial (no para, jeje) Acudo,
pues, a un monumental, esclarecedor trabajo quizá superado en tal y
cual aspecto. "...el mundo de la humanidad consiste en una red de
procesos interconectados y (...) los empeños en descomponer en partes
esa totalidad, que luego no pueden rearmarla, falsea la realidad". El
libro inicia con un imaginario paseo por el orbe hacia 1400, así que no
estamos lejos, distinguiendo dos tipos de organización humana:
civilizaciones y sociedades tributarias. Ahora regreso. -Mira, abuelo.
-¿Y entonces lo que escribió Fisk en septiembre? "La inexistente política exterior de Trump en Medio Oriente." -Dice aquí: "El
Pentágono reconoce el ataque para ´disuadir´ futuros planes iraníes y
Teherán lo tilda de ´escalada estúpida y extremadamente peligrosa".
Murió el "jefe de las fuerzas de élite (...) y cerebro de las guerras de poder en Oriente Medio". -¿Y esto?
-Nuestro humor negro, advirtiendo al ejército iraní. -¿Regresamos? Puede ser una oportunidad. -Ya sé de quien heredé el optimismo a ultranza, jeje.
Todo es culpa del peluquero
Dedicada a ti Tic.
¿Cómo
se autotitulan quienes hace mucho se llamaban peluqueros?, me pregunto
temblando por la pesadilla en que me extraviaba de una absurda manera.
¿Estilistas? Como
sea, a ellos, dos esta vez, responsabilizo por mi dignidad pérdida semi
incoscientemente -matizo considerando... bla, bla, bla-. Tuve el
primer signo cuando en un centro comercial alguien tuvo a bien empujarme
cual si fuera estorbo despreciable. ¿Le parecí teporocho, enfermo
terminal que contamina, loco sin institución mental, o actuaba a la
posmoderna usanza, que resulta lo mismo, pues en ese caso me
clasificicaba entre los estatus fuera de sitio allí, donde campean
ejecutivos y gente por el estilo -¿sí?; no estabamos en Santa Fe o
Jardines de la Montaña, sino ya merito, puede decirse. Luego,
comiendo recalentado con amigos y tras una intensa charla sobre
inovadores programas públicos, fui al baño y ante su espejo no se me
pararon los pelos de punta pues así habían estado vaya a saberse desde
cuando en el día. Esos
chamaquitos corta cabellos hicieron consecutivas obras de arte para
dejar mi pelo mordisqueado por toda partes. Fue más bien adrede, timando
y sacándose de encima al viejo amistoso que en ambos casos remató con
estupendas propinas. A su manera decían como el tipo aquél: Vete a casa y
no salgas, estás desahuciado. Tal
vez llevan razón y por ello me pierdo en los sueños andando entre
simplísimos espacios -yo, quien hace poco era onírico poblador de
espléndidos lugares-. No es accidental. Algo anda mal con mi salud,
comprobaron radiografías recientes y no voy al gran hospital, única
referencia confiable, mientras persisto en insanas prácticas. Tampoco
intento combatir mis fantasías, que sin faltar madrugada ocupan varias
horas. Parezco
muy lúcido, el trabajo marcha y hasta tocan a la puerta pretensos
amores. Pero el peluquero, similares y conexos llevan razón, creo, y
debo prepararme para el fin.
Como en el video de más arriba, la amita nunca dice palabra, espera que viva con ella y de no tener un hijo estaría aquí. Mis
crías hacen otro tanto, respetando el apartamiento y guardando temores,
y todos en general callan cuando me doy a malas mañas. La
madre de un amigo padece Altzheimer, sufre con su familia lo indecible,
y veo languidecer por años a quienes no tienen remedio. No puedo darme
esos lujos, que contrarían principios a los cuales no renunciaré. Al segundo clip reclamo el derecho, no importa cuán melocramático suene.
El Gran Houdini
Oh, my Dog, tal vez Corazón mío
vino por aquí y obviamente no sería para aliviarme el alma sino
buscando rastros de nuestras ahora confesas fantasías y comenzar proceso
contra su coprotagonista. Si atino, le digo lo que a las demás: En
tribunales suelto cuanto sé y sin paliativos. Humana quise hacerte
aparecer y al menos conmigo, my fair lady, y ya
estando en Alemania, por Ute y Weill, también a ti te quedaba la
película aquella.
Houdini
se llamaba el famosísimo mago especializado en escapismo. Cometió un
solo, terrible error, que nuestro tumbaburros virtual resume así: "El final de la vida de Houdini se produjo en
extrañas circunstancias. Ello, unido a su reciente lucha contra lo paranormal
y un extraño reto que había planteado para después de su muerte,
convirtieron el hecho de su muerte en algo tan interesante y misterioso
como otros aspectos de su propia vida.
En octubre de 1926, en Montreal,
unos estudiantes universitarios se dirigieron a Houdini mientras
descansaba tras haber terminado uno de sus espectáculos. Uno de ellos le
retó a recibir unos cuantos golpes en el abdomen,11
para comprobar si su resistencia física era tan legendaria como se
decía. El mago aceptó sin miedo. Sin embargo, antes de que pudiera
prepararse adecuadamente, recibió un primer puñetazo muy fuerte de
alguien llamado Joselyn Gordon Whitehead, quien supuestamente podría ser
una estrella de boxeo
de la universidad y del que apenas se tienen datos; a este primer golpe
siguieron varios más. El mito dice que, si bien Houdini aguantó el
envite como un buen actor, estos golpes le generaron una rotura de
apéndice que ya estaba inflamado, por lo que también se ha de aceptar la
posibilidad de que simplemente recibiera los golpes y en los siguientes
días su apendicitis se transformara en peritonitis.
"Por su carácter, Houdini quiso seguir trabajando durante los días
siguientes a pesar de padecer fuertes dolores y fiebre. Finalmente
sufrió dos desmayos en una actuación al intentar escapar de la caña y
fue hospitalizado. Tras varios días luchando contra la infección,
pareció rendirse ante lo inevitable. Le dijo a su hermano Hardeen:Estoy cansado de luchar. Creo que esta cosa me va a vencer." Y falleció. México
tuvo su versión en Zovek, con quien la muerte fue igualmente cruel
hasta que llegó a nuestro pueblo, experto en auténtico escapismo, pues
Emiliano Zapata y otros muchos siguen ahí, aunque no se crea y tras
arteros asesinatos. Según
consta en actas callejeras, Francisco Xavier Chapa del Bosque, que así
lo bautizaron en la iglesia, fue amarrado con cadenas dentro de una
celda y bajo aguas lacustres se hizo humo para siempre. Fiel
al país profundo a quien reverencio desde niño, marcharé pronto y no
podrá saberse si di suelo, como dicen, o ando con mi Tic en el desierto o
acelerando la revolución mundial donde quiera que sea. Para enzalsarme dejaré este diario final que empieza con Tan Delicados con Filtro.
Terminan las vacaciones o Sara-Monelle Casi terminan las vacaciones y sigo sin encontrar dónde desaparecer. -Con nosotros -diría la Tic sino fuera quien es. Sara-Monelle, a quien ya vimos escuchando al alcohólico decidido a morir: -"Jamás, jamás, me pides que deje de beber." Para
él las puertas se cerraron. Yo tengo una revolución mundial llamándome,
que sin saberlo Silvita guía como representación de mi amita,
justamente. Se parecen: como diosas cantan cosas extraordinarias. Bien escuchada, toda canción habla a mucho más que a un hombre o mujer particular.
En mi lista de reproducción sigue
Escuchémolas sueltas y juntas, para crear el estado preciso.
Ayer
tuve mi mejor fantasía. Fui vomitándola poco a poco durante las combas
grandes de la noche, como les llamaba a los treinta años en Tiempo de caminar, ¿no es cierto, Juan? "Sospecho que tú eres nadie/ que está despierta la imaginación", dice ella. ¿Y
Monelle? Está en Sara, "la pequeña prostituta" cuya voz, repetida
generación tras generación, se escucha gracias a Marcel Schowb, a quien
cien veces riqueren los cuadernos: "Monelle me encontró en la llanura, por donde yo andaba errante, y me tomó de la mano: "-No te sorprendas -me dijo- soy yo y no soy yo. Me volverás a encontrar y me perderás.
"Una vez más volveré entre vosotros; pues pocos hombres me han visto y ninguno me ha comprendido. "Y me olvidarás y me reconocerás y me volverás a olvidar (...) “Y Monelle dijo: Te hablaré de los momentos.
“Mira todas las cosas bajo el aspecto del “momento.
“Deja ir tu yo a merced del momento.
“Piensa en el momento. Todo pensamiento que perdura es contradicción.
“Ama el momento. Todo amor que perdura es odio.
“Sé sincero con el momento. Toda sinceridad que perdura es mentira.
“Sé justa para con el momento. Toda justicia que perdura es injusticia.
“Actúa para con el momento. Toda acción que perdura es un reino muerto…
“No retrases el momento: extenuarías una agonía.
“Observa: todo momento es una cuna y un ataúd: que toda vida y toda muerte te resulten extrañas y nuevas.”
Justo así y siempre con un vestido se sienta la Tic.
Los otros, nuevos nietos Cada vez menos se acercan por aquí. Quienes lo hacen, de unos cuantos países -el mío, EU, Irlanda, Francia, Alemania, España, Argentina, Medio Oriente, -son
mi compañía y así nietos también, entre esa multifacética serie que
jamás viene y a quienes debo defenestrar y me aguanto, magnánimo.
Un
tiempo creí que México volvería sobre su gran tradición musical, el
son. La variedad es tan vasta como etnias y regiones y para saber de
ella busquen a Antonio García de León o la discoteca que tiene el INAH. Se
renovaba mezclándose con otras influencias y nada le pedía al vallenato
colombiano, pongamos. Prosperó lejos de lo esperado, por una razón,
creo: seguía bailándose como antes y así cómo ser universal.
Uno
de los promotores de la modernización. No escojo lo mejor para ilustrar
porque esta "canción" me puso hasta atrás -drogado, pues, jeje.
Nada
emborracha a tal grado, les juro, escuchada en vivo. Y si uno presencia
la reunión de varios grupos, saldrá vivo solo con suerte. Por
tierras veracruzanas percusionistas que los cubanos formaban le dieron
acentos negros muy acusados. Gloria pura escuchar eso entre cuerpos
agitándose al ritmo de tambores. Las hormonas volaban en tumulto y
juraría que no había sombra sin erótica ocupación -más jeje.
Tal vez Mono Blanco fue quien más se acercó a bailables consangúineos.
Esta
pega durísimo, por vida de diós, como se dice. Lo aprendí de T, quien
curaba con ella el dolor cuando se le fueron por la carretera.
Bueno, "ahí les dejo mi poesía, mi jarana y mi cantar", y "mi porfía", sobre todo, que casi amanece. PD
Por cierto, M era muy afecta a esos ambientes y cuando nos abandonamos
en la ciudad provinciana aquella se me quejaron por dejarles a una
provocadora sin conciencia de sus actos, que soliviantaba esposos, jeje
-va como piropo, no se agite, señora.
Una tentadora oferta
Recapitulo
para los nuevos, y dirigiéndome a mí, por si acaso, jeje: aunque soy
cronista y jamás fabulo, toca a ustedes discernir en cada caso cómo
ejerzo el oficio.
¿No
ando con mi abuelo, cuya lápida dice 1950, hacia 1334 entre Euroasia,
sin describir ni un comino para que mejor escuchen, como beduinos el mar
en medio del desierto, a lo Simbad?
Quién fuera Rulfo, para guardar silencio casi toda la vida -su obra prácticamente se reduce a dos pequeños libros:
Por cierto, con el abuelo vimos un eclipse anular igualito a este. La nave era distinta, desde luego.
Hacia Qatar. Firma la nota Elias Chasiotis.
-Soy
X -dice- y Y me dio tu teléfono. -¿Tuteándome con quien tiene treinta
años? ¿Está confundido y piensa que al otro lado del Telegram hay un
hombre no viejo? Improbable, pues el tercero en discordía celebra mi
edad como ejemplo, aunque apenas nos conocemos. Le habló de esto blogs y
la investigación que haría para ticolandia. -¿Estás allí todavía? Su oferta es tentadora: hacer reportajes desde los lugares que cito para la revolución mundial. -Si encuentro recursos -continúa- podrás viajar, al menos a algunas partes. Me supone "becario" de mi AC, lo cual no está desencaminado, y así bastarían pequeños pagos por las colaboraciones. ¿Consultaré
a esa fundación que conozco bien y tal vez se atrevería a darme apoyo?
Una cosa son sus molestias por estrafalarios comportamientos en los
encuentros y otra la probada capacidad para temas así. -Voy a considerarlo, ¿sí? -respondo. -Claro, tómate tu tiempo. Codirige revistas virtuales y propone que colabore semanalmente. Sería genial, en verdad. Mi amita llama y no le cuento. Evita husmear por aquí y me guardo la nueva respetando nuestros términos. -Vienen ya de regreso -pregunto. -Sí. Salió como esperaba. -¿Y N? -También él está contento.
Tiro el arpa Tiro el arpa y ya no toco, reza un dicho que en México acompañamos sumarle a chingar a su madre. Estoy hasta los huevos de perder las horas procurando atención porque temo a mi fantasiosa soledad. Ya
no hago nada, e incluyo eso poco llamado trabajo, útil solo para tener
ingresos, modestos, desde luego, pues descarado, descarado, no soy. Los
miles pasaron a cientos y ahora a decenas, de visitantes, quiero decir.
Fue un triunfo lograrlo y al mismo tiempo agradezco a quienes se
hicieron habituales, solidarizándose conmigo, personaje hace mucho
detestable cuando anda por aquí. ¿Canción de despedida? "Me vinieron a vender un Santo/ Sin marco, sin cristal y sin vidriera / La gente preguntaba que Santo era / El Santo más chingón de la galera. / Y era de nogal, y era de nogal el Santo / Hijo de un cabrón, hijo de un cabrón / Por eso pesaba tanto. / Zapatos, medias suelas y puntera / Que chinguen a su madre los de afuera". (Presuntamente compuesta por presos de nuestra antigua penitenciaría de Lecumberri en los años 1920, se la aprendí a un condiscípulo universitario hacia 1964.) Y ahora a ver porno, jeje. -0- No estuvo mal la experiencia y ni yo escribiendo blogs soy cosa fea. Me cansé y ya. Este hombre nunca lo hizo:
Casi terminan las vacaciones y sigo sin encontrar dónde desaparecer. -Con nosotros -diría la Tic sino fuera quien es. Esta, a quien ya vimos: Sara-Monelle.
-"Jamás, jamás, me pides que deje de beber" -dicé el alcohólico decidido a morir. -Solo tú -me faltó agregar. Para él las puertas se cerraron. Yo tengo una revolución mundial llamándome, que sin saberlo Silvita guía como representación de mi amita, justamente. Se parecen: como diosas cantan cosas extraordinarias. Bien escuchada, toda canción habla a mucho más que a un hombre o mujer partciular.
En mi lista de reproducción sigue
Escuchémolas sueltas y juntas, para crear el estado preciso.
Ayer
tuve mi mejor fantasía. Fui vomitándola poco a poco durante las combas
grandes de la noche, como les llamaba a los treinta años en Tiempo de caminar, ¿no es cierto, Juan? "Sospecho que tú eres nadie/ que está despierta la imaginación", dice ella. ¿Y Monelle? Está en Sara, "la pequeña prostituta" cuya voz, repetida generación tras generación, se escucha gracias a Marcel Schowb, a quien cien veces riqueren los cuadernos: "Monelle me encontró en la llanura, por donde yo andaba errante, y me tomó de la mano: "-No te sorprendas -me dijo- soy yo y no soy yo. Me volverás a encontrar y me perderás.
"Una vez más volveré entre vosotros; pues pocos hombres me han visto y ninguno me ha comprendido. "Y me olvidarás y me reconocerás y me volverás a olvidar (...) “Y Monelle dijo: Te hablaré de los momentos.
“Mira todas las cosas bajo el aspecto del “momento.
“Deja ir tu yo a merced del momento.
“Piensa en el momento. Todo pensamiento que perdura es contradicción.
“Ama el momento. Todo amor que perdura es odio.
“Sé sincero con el momento. Toda sinceridad que perdura es mentira.
“Sé justa para con el momento. Toda justicia que perdura es injusticia.
“Actúa para con el momento. Toda acción que perdura es un reino muerto…
“No retrases el momento: extenuarías una agonía.
“Observa: todo momento es una cuna y un ataúd: que toda vida y toda muerte te resulten extrañas y nuevas.”
Justo así, siempre con un vestido, se sienta la Tic.