martes, 8 de diciembre de 2015

Milagrosa



ESTO PASA A LA PASIÓN...
Meses antes pasó algo similar: un sostén llegó desde el auditorio celebrándome. Esa vez fue un impulso de la hija putativa, transgresora por naturaleza, y ahora pensé que otra íntima la imitaba con una tanga. Las sombras y los espíritus del alcohol dan al gesto aires lúbricos, sentía.
Entonces una de nuestras mutuas amigas la denunció y palidecí de gusto. Era I, a quien llevaba un año admirando silenciosamente y no tanto, pues de tarde en tarde le echaba piropos al paso, muy en mi papel. 
Subió a la silla para alardear y los demás aprovecharon:
-¡Vuelta, vuelta!
-Fuera todo!
-¡Eh, eh...!
-Primero paguen el barril -de pulque, quedaba entendido, en un juego entre hermanas y hermanos.
La música de la viñeta no es en balde. Todo lo hizo a lo tren esa I que quince minutos luego bauticé como Milagrosa.
-0-
Desaparecieron de la viñeta los momentos culminantes: las bocas y sobre todo manos que hurgan al otro, el correr al Metro entre juegos cada vez más osados, hasta el hotel donde ella se decepciona por el elevador con elebadorista y en la escalera mi boca le produce un primer orgasmo para continuar con ¿cuántos fueron, Milagrosa?, ¿doce en seis horas? jjj
-0-

Lo que sigue es un agregado porsterior en el cual le rindo también tributo, pues mi fantasía la escogio porque representa a quienes aquí resumo: 
La historia sucede hace tres semanas, tras el absoluto agotamiento producto de L -la lengua es prodigiosa en sus caprichos aparentes-. Así que dejo el escenario al cual subí por divertirnos leyendo cositas, y alcanzo la I mesa apenado por mi edad, que tiene súbita conciencia de cuán fuera de lugar estoy siempre.
Continúa su reto y le previenen: 
-¡Pin B, quiere aprovechar la vista! 
-¡Y más!
-¡Agasaje, agasaje! -corean. 
-¡A él sí le doy permiso! -responde.
Ya me siento cómodo, siguiendo el guión que ella lleva al summun para tomarme la mano y echar a correr. 
(La viñeta se escribe con permiso de la inter(per)fecta, que viéndome tristear pidió por ella. Sí que es milagrosa.)
-0-
A los sesenta mi vida amorosa seguía su curso natural, casi agotada. Entonces dos monumentales fenómenos se reunieron para reanimarla hasta la locura: las redes sociales y el irrumpir de nuevas generaciones de mujeres que exigen cuanto les negaban. Encontraron el personaje a modo conmigo, eterno adolescente necesitado de mantenerse en activo hasta el último día. 
Un tercer gran elemento completaba el círculo: nuestro país al borde del colapso, para mal y, con suerte, para bien. Contribuyó pues quienes más activas están son justamente las jóvenes.
Con la pasión vino otra clase de amor, más profundo, que no produce demencia sino alivio. En nuestras viñetas lo representa la Tera, Curado, Bruja, quien esta mañana publica una cosa en su muro y una segunda en el mío. Para todes, como ella dice, va un grito: 
Amo ver
mi cuerpo desnudo en la mañana 
lleno de gotitas transparentes 
/es/camas/
soy la primer mujer sobre la tierra
/vengo del océano/
bañada en sal
envuelta en vapor 
aprendo a caminar
/luego/
no estoy aquí 
soy la nube
que
te
m
o
j
a
/estoy llo
viendo

montañas  (Selene Chávez -Luna-)
Para mí tiene un finísimo detalle:
"usted en el metro del dé efe jjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjj
En realidad mis estos últimos años están mucho más marcados por ella y sus semejantes, de quienes hago vaga referencia: Dany, Fanny, Sofi, Wadda... I milagrosa por una noche y sus secuelas que son sobre todo himnos a sí misma y la existencia.
Cuando apenas salir del antro me arrinconó contra una pared donde la calle comenzaba a anunciar cuchillos y violaciones, se burlaba del mundo entero, incluido yo, al que otra vez a la carrera condujo para tomar el Metro, entre osados tentoleos y sin importarle mis súplicas:
-Para, por fa, que voy a perder la razón por ti y soy un viejo exhausto. 
El vagón escenario presenció como la atractiva veinteañera decía al casi setentón repegándole el cuerpo:
-¿A dónde y tan solo, mi alma?
Descendimos y conmiserativa advirtió que la nueva carrera sería al trote.
-Sino me vas a llegar sin con qué responder, jaja.
En el hotel se encargó de los trámites y siempre conduciéndome como a un niño hizo coraje al abrirse el promisorio elevador con elevadorista encima, para que usáramos las escaleras modigeradamente, con apenas un orgasmo procurado por mi boca.  
(I lee y suelta una estrepitosa carcajada.
(-¡Sigue, sigue! Y cuenta todo, todo, ¿eh?
(-Mejor ahí le dejamos, ¿no? De otra forma volvería al tono usual, de vanagloria y queja, contigo disfrazados.
(-Como quieras.
(-El final, aquí y ahora con tu comentario, termina de una buena vez con la larga historia y me convierte de una buena vez en el personaje instrumental para contarlas a ustedes, milagrosas todas.
(-Ven, que te doy el beso que deseas, ni pasional ni místico.
(-¿El de a unos ojos admirados?)
((Pasa para su revisión por la interesada.
((-Ah, ¿el interesado no eras tú??, jajaja. Te perdono los diálogos que pusiste en mi boca, jajaja.
((-Hasta el rato en la red social.
((-Quedamos de vernos con los otros, burro.
((-Uy, se te fue el género. Deja lo divulgo para que te pongan una chinga.
((Jjjs y jajajas a carretadas.))   
Así, tantán a ocho apasionados, agradecidos, desgastantes años de hacer el ridículo e inspirar envidias. Ya San Miliano verá si me recompensa de cuando en cuando, jjj, como a los sesenta. 
Cuánto extraño ahora a Esther y Evelia, mucho menos jóvenes, con hijos y agrias historias, y nuestros encuentros semifurtivos entre la quietud y la plena correspondencia. 
-Anda a buscarlas ahora, para que te escupan el abandono y la histórica, justa queja por perseguir "carne fresca" -dice mi esquizo.